Festival Ahora: el feminismo ya llegó

Exaltada por las luces blancas y amarillas que la abrazaban, Marilina Bertoldi comenzó su set con la canción "Rastro" a capella, para después empezar a loopear su voz, sus palmas, los acordes y coros para multiplicarse en texturas y efectos que completaron el sonido de su set en solitario. "Hoy se cumplen no sé cuantos años desde que las mujeres podemos votar en la Argentina. Para aquellos que están en contra, eso es algo importante que logró el feminismo, que no es el diablo ni mucho menos. Es un movimiento que busca la igualdad de derechos, de condiciones, de pago y de respeto", dijo desde el patio de la Ciudad Cultural Konex, ante los aplausos de un público joven que llevaba pañuelos verdes atados en sus mochilas y muñecas.

La tercera edición del Festival Ahora tuvo un lineup íntegramente formado por artistas femeninas como Barbi Recanati, Dak1llah, Sof Tot, la Femme D´Argent y Victoria Bernardi, entre otras. Desde las 16 hasta la medianoche se escucharon distintos estilos musicales que fueron desde el neo soul de Chita, pasando por el synth pop de Agustina Vivo (de La Femme) hasta las versiones más rockeras de Bertoldi y Recanati y el trap, encarnado por la revelación urbana de 17 años, Dak1llah.

Cada una, y a su manera, mostró distintas versiones del feminismo. Sofía Truco, de Sof Tot, después de cantar "En lo que creo me convierto", con una falda larga con los colores de la bandera LGBQTI+, manifestó una idea que se repitió a lo largo de la tarde: "ojalá en el futuro no necesitemos hacer festivales solo de mujeres para visibilizar esta situación y podamos celebrar todes juntes".

Violeta Castillo colocó los pañuelos verde y naranja (que connota la separación del Estado de la Iglesia Católica) a modo de banderines sobre su teclado. A mitad de su set, Barbi Recanati dijo: "Cuando era chica miraba todas esas artistas, diosas, en MTV y a todos los músicos, que eran chicos feos; entonces me rapé y me convertí en un chabón más para ser igual de buena que los pibes. Por más festivales con minas "feas" que no se preocupen tanto por la belleza, y (se preocupen) más por la música".

Camilo León Romero del Río tiene 23 años, es fotógrafo y es la primera vez que escucha a las artistas que se presentaron ayer. "No sabía que me iba a encontrar acá, no conocía a ninguna de las chicas. Llegué y las bandas son zarpadas", dice después de haber visto en vivo a Bertoldi y a Castillo. "Es el momento en que las mujeres visibilicen lo que hacen porque, como la difusión es principalmente masculina y desigual, te perdés de un montón de data espectacular".

En un ciclo donde hasta los precintos de acreditaciones eran verdes, con exposiciones de fotos de las marchas de #NiUnaMenos y murales en vivo por artistas como Marina Fages y Sarah Jones, la sororidad fue el hilo conductor de la fecha. Se las vio a Bertoldi y a la artista uruguaya invitada, Alfonsina, "tirando pasos" en el show de Dak1llah. También fueron a apoyar el movimiento algunos referentes del indie argentino como Panda Elliot, Franco Saglietti, de Francisca y Les Exploradores; Mateo Sujatovich (Conociendo a Rusia) y Joaquín Vítola, de Indios, que subió al escenario con su hermana Sofía, de POTRA. La mendocina Mariana Päraway invitó a su amiga Violeta Castillo al escenario para interpretar "Carnada", una canción que habla desde la perspectiva de la víctima de un femicidio.

"¿Qué significa skere, wachos? ¿Soy la única que no sabe?, dijo la música de 23 años Jazmín Esquivel refiriéndose a uno de los nuevos modismos urbanos, traducción deformada de "let´s get it", que esta semana llegó a popularizar Marcelo Tinelli, desde Showmatch. El festival funcionó como usina y espacio de cruza de generaciones y nuevos códigos sociales donde confluyeron la música, el activismo y el lenguaje inclusivo.

Porque, si bien todas las artistas consultadas aspiran a un futuro donde los festivales no sean divididos por género –una vez logrado el cupo igualitario que buscan en su programación –, acuerdan en que estos espacios generan una mayor representación y visibilización del talento local. Porque la unión hace a la fuerza y ellas lo saben. Porque dicen que el futuro es feminista, pero el futuro ya llegó. Y porque, como dijo Barbi Recanati, no hace falta ser linda para ser música.