Magdalena León, de regreso

La madrileña Magdalena León, definitivamente argentina, es una de las mejores voces del país. "Vuelve a cantar y grabar después de siete años; antes integró Buenos Aires 8 durante una década; ganó dos veces el Festival Internacional OTI; fue aplaudida en el mundo entero; grabó nueve discos". Así lo resume muy bien la gacetilla de prensa.

Magdalena ya había sido solista, desde los 16 años, en el coro Lorenzo Perossi, cuando ingresó en Buenos Aires 8, un octeto emblemático en la historia de los grupos vocales argentinos, fundado en 1968 e integrado por las sopranos Fanelli-León, la mezzo Hatton, la contralto Steimberg, los tenores Odiard-Tolaba (arreglos), el barítono (director, contrabajista y arreglador) Horacio Corral y el bajo Llosa.

El octeto vocal -recuerda Magdalena- llegó a editar cuatro discos: "Clásicos argentinos", "Piazzolla", "Tangos clásicos" y "La última palabra", esta vez de folklore, y con letra. Ella no cita aquella triunfal gira por Alemania, donde la revista Twen los proclamó "el mejor conjunto vocal popular del mundo". Pero sí destaca que se lo conoce en el exterior como un clásico, sobre todo por los músicos. "Buenos Aires 8" tuvo mayor éxito afuera que aquí, en especial en los países en que cantamos: México, Brasil y Venezuela, donde es punto de referencia.

- ¿Habías estudiado canto?

-Empecé, justo cuando ingresé en el grupo, con Susana Naidich, y estuve con ella durante trece años seguidos. Y siempre vuelvo. Luego tuve otros profesores de técnica vocal, aquí y en España. Disfruto mucho estudiando, casi tanto como cantando.

- ¿Por qué este paréntesis de siete años sin actuar ni grabar?

-Me dediqué a la enseñanza mientras cursaba la carrera de fonoaudiología y de todo lo que tenga que ver con la voz. Es apasionante el descubrimiento de una voz y de una personalidad. Los alumnos siempre me enseñaron cosas maravillosas. Me enriquecieron siempre, y me obligaron a ser creativa.

La sucinta historia de Magdalena León arranca en su Madrid natal. Luego su familia se instala en Venezuela y llega a Buenos Aires con 13 años. A mediados de los 80, Magdalena se hace sus escapadas artísticas con el guitarrista Fernando Llosa, cantando en portugués. Era la época de los pubs.

"Creía que no sabía hacer otra cosa. Quizá porque estaba de moda Jobim y el boliche La Fusa. No tenía otro repertorio con letra, salvo alguna canción venezolana en la que me acompañaba con el cuatro, que es un instrumento difícil, pero que toco bien. En 1986 gané la final argentina del festival OTI de la canción y, como resultado, grabé mi primer disco, "Canción para dar las gracias", en RCA. El segundo disco fue "Creceremos", con mi amigo Oscar Cardozo Ocampo. El tercero fue "Magdagrafías", con Leo Sujatovich. El último que grabé, hace diez años, fue "Magdalena León", con Roberto López en guitarra, para la Warner.

- ¿No hubo más oportunidades?

-No era mi principal objetivo. Preferí estudiar y dictar cursos en Venezuela, Brasil, España, los Estados Unidos. Los concluía con un recital. Quiero decir que los cursos me invadieron. También la investigación en diferentes campos: la otorrinolaringología, el psicodrama, la danza... Me iba bien con las clases. Yo fui muy respetada. Me invitaron a congresos de foniatría. Así fue mi retiro. Mientras disfrutaba de todo esto no me quedaba tiempo para actuar. Hace siete años que atiendo en Venezuela a los mejores profesionales del canto y actores, adonde concurro dos veces por año. También lo hice para actores en la Universidad de Michigan.

- ¿Te motivó la actuación en los dos homenajes a Cardozo Ocampo?

-Muchísimo. Pero ya hace tres meses que decidí regresar al canto. Hubo circunstancias muy especiales. Todo el mundo musical que me rodea me apoyó y estimuló como nunca. Esto impulsó mi actuación en el Club del Vino y la posterior grabación en el estudio ION con el portugués Da Silva, uno de los tantos que aplaudió mi regreso.

Magdalena León estará hoy, a las 21, junto al piano y teclados de Guillermo Cardozo Ocampo, la guitarra y coros de Osvaldo Figueras, la batería y percusión de Norberto Di Bella, la flauta de Ianina Pietrantonio y la guitarra, arreglos y dirección de Roberto López. También habrá invitados. Serán la pianista Susana Lago y el cantante Galo García.