"Soy su amigo y admirador"

La última semana me llamaron por teléfono de una radio, y cuando me dijeron que estaba Herbert en línea acepté encantado dialogar con él. Con Herbert tenemos una onda que nos une desde hace años y muchos encuentros cargados de emoción. Hemos hecho cosas juntos, nos hemos confesado mutuamente y realmente no quería que ese reencuentro quedase solamente en una comunicación telefónica. Creo que hay algo de morboso en eso, porque cuando se trata de un ser querido uno quiere saber más, cómo está, cómo lleva lo del accidente. Pero bueno, me dijo que el fin de semana tocaban en Río de Janeiro, en un lugar muy lindo, y me autoinvité, pero en broma.

Le conté a Herbert que yo había hecho una canción que tenía que ver con la telepatía, que él había sido el disparador para componerla, que me había pasado toda una noche pensando en él. No sé, telepáticamente le tiraba una onda, energía mental.

Después, cuando corté la comunicación, el plan no me pareció tan malo. Creí que sería muy importante para él que yo me tomase un avión y viajara solamente para verlo y tocar algo juntos. Entonces me fui para allá.

Fui al concierto del fin de semana último y había una onda muy emotiva, mucha gente y sentí una admiración verdadera por Herbert al verlo en la silla de ruedas, con todo lo que debe tener en el cerebro, con ganas todavía de tocar la guitarra y arreglárselas con sus pedales. Tocamos un tema y ocurrió algo espiritual. Fue un punto muy alto del show. Después hicimos "El rap de las hormigas". Herbert me dijo cosas muy lindas, que tenía un póster mío gigante y que mi música lo traspasaba.

Tuvimos mucho tiempo de contacto visual y lo noté con toda la entereza que se puede tener. La vida le cambió completamente, pero él sigue siendo el mismo.

Realmente lo admiro porque hay que tener mucho coraje para seguir y aceptar un montón de cosas y no morir en el intento. Este encuentro fue un toque más que refuerza nuestra amistad. Yo me siento un amigo y un admirador más de Herbert Vianna.