Desde la muerte temprana del talentoso River Phoenix, producto de sus adicciones, a la violencia que sufrieron otras figuras de la industria, recordamos a talentosos intérpretes que murieron jóvenes
Muchas celebridades no pudieron lidiar con una repentina exposición a la fama, mientras que otras habrían sido víctimas de la codicia de su entorno. En esta nota, ponemos el foco en las historias de vida de talentosos intérpretes que murieron cuando sus carreras estaban en un gran momento, a contramano de lo que sucedía en el plano personal, contaminado por las turbulencias.
*River Phoenix
El recordado River Phoenix conoció la fama dese pequeño. Tenía tan solo diez años cuando la manager Iris Burton lo vio cantando en las calles de Los Ángeles junto a sus hermanas, Summer y Rain. De inmediato, el joven, quien soñaba con ser actor, comenzó a realizar una serie de comerciales hasta que finalmente le llegó la posibilidad de ser parte de un largometraje en 1985: la película Explorers, junto a otro actor emergente de la época, Ethan Hawke.
El film fue el puntapié de una seguidilla de trabajos signados por la sensibilidad como Cuenta conmigo, La costa mosquito, Al filo del vacío (por el que recibió una nominación al Oscar en la categoría secundaria), y Mi mundo privado, por el que cosechó el galardón al mejor actor en el Festival de Cine de Venecia. La industria lo admiraba enormemente y Phoenix estaba en el lugar que siempre había anhelado. De todos modos, también luchaba contra una adicción a la cocaína y a la heroína que atentaban contra una vida estable y una carrera ídem.
Una de las pocas personas en saber sobre sus demonios era su pareja, la actriz Samantha Mathis, quien estuvo presente en esa angustiante noche del 31 de octubre de 1993. La joven acudió junto a River y a sus hermanos, Joaquin y Rain, a The Viper Room, un club que era muy famoso a comienzos de los 90, y cuyo dueño era Johnny Depp. Mathis declararía después que creyó que solo Joaquin y Rain se quedarían en el lugar, pero River la sorprendió cuando, al escuchó la música, le dijo que quería tocar con la banda que se estaba presentando.
“Sabía que estaba por pasar algo, River estaba drogado de una manera en la que me ponía incómoda, pero suponía que no se iba a quedar mucho”, recordó la joven. Una hora más tarde, el actor moría por una sobredosis y la escena fue shockeante. Al mismo tiempo que Phoenix discutía con un hombre y era echado del club, Mathis estaba en el baño. Al salir, lo vio caer al pavimento, donde comenzó a convulsionar, por lo que llamó a los gritos a sus hermanos, quienes salieron del club.
Joaquin fue el encargado de llamar al 911 mientras sostenía en brazos a su hermano, quien fue trasladado al hospital Cedars-Sinai, donde murió a las pocas horas, con apenas 23 años. “Cuando tenía 15 o 16 años, mi hermano River vino a casa después de trabajar con una copia en VHS de una película llamada Toro salvaje. Me sentó y me hizo verla. Al día siguiente, me despertó y me hizo verla de nuevo, y luego me dijo: ‘Vas a volver a actuar, eso es lo que vas a hacer’”, rememoró en una ocasión Joaquin. “No me lo pidió, me lo dijo, y por eso le debo todo, porque la actuación me ha dado una vida increíble”, expresó con la misma emoción con la que le dedicó el Oscar que obtuvo por su interpretación en Guasón. Su primer hijo con Rooney Mara fue llamado River, en homenaje a su querido hermano, quien nunca fue olvidado por la audiencia.
*Brandon Lee
La trágica muerte de Brandon Lee, acontecida siete meses antes de la de Phoenix, el 31 de marzo de 1993, volvió a atraer la atención mediática a raíz del fallecimiento, en 2021, de la directora de fotografía Halyna Hutchins en el set de Rust, la película protagonizada por Alec Baldwin, quien realizó el disparo letal. En ambos casos, se discutió sobre los protocolos de seguridad en los rodajes, un debate que la industria se estaba debiendo desde hacía mucho tiempo.
Lee era actor, músico y modelo, y también practicaba artes marciales como su icónico padre, Bruce, y estaba muy entusiasmado por su rol El cuervo, la película de Alex Proyas a la que iba a abocarse tras su participación en el thriller Rapid Fire. Una noche, debió filmar una secuencia en la que el personaje de Funboy (interpretado por Michael Massee) tenía que dispararle a Eric Draven (su personaje), quien tenía adherida a su pecho una ampolla con un líquido rojo que simulaba ser sangre. Cuando Massee gatilló el arma, en lugar de una bala de fogueo se disparó una bala calibre 44 que impactó en el estómago de Lee. El actor fue intervenido por los médicos durante seis horas, hasta que nada más pudo hacerse. Murió a los 28 años por una cadena de negligencias.
Al poco tiempo, la publicación The Telegraph dio a conocer una investigación en la que se revelaba que, cuando se acabaron las balas falsas y las de fogueo en el rodaje, el equipo técnico decidió fabricarlas de forma casera, y que en una de ellas quedaron restos de plomo. El arma no fue inspeccionada por ningún especialista que ratificara que se encontraba vacía, y le fue entregada a Massee, quien nunca dejó de sentirse culpable. “Creo que uno nunca se recupera de una situación como esta”, declaró el actor tras ser absuelto por la justicia, y quien murió en 2016 de un cáncer de estómago, luego de años de escuchar que era “el responsable de la muerte de Bruce Lee”.
Proyas, director de la película, recordó cómo fue trabajar con Lee y se aseguró de entregar una versión final de El cuervo que honrara a su estrella: “Nuestra relación como actor y director fue mucho más allá de la mera colaboración: hicimos una película que ha marcó a mucha gente. Yo quería que fuera la película de Brandon porque de verdad lo era y porque no iba a poder hacer más”, expresó y añadió: “Puso toda su pasión en ella y terminó siendo su legado. Estoy seguro de que hubiese estado orgulloso de ella. Terminé la película por él, luchando contra el dolor y gracias a un equipo y a un elenco que fueron de mucha ayuda y que amaban a Brandon. Nos sentimos invadidos por su fuerza, su espíritu e inspiración”.
*Jack Nance
El actor oriundo de Boston será siempre recordado por su rol de Henry Spencer en la gran película Cabeza borradora de David Lynch, el cineasta con quien trabajó hasta los últimos días de su vida, en obras como Duna, Terciopelo azul, Corazón salvaje, Carretera perdida, y en Twin Peaks. Por fuera del universo lyncheano, Nance realizó participaciones en las series Historia del crimen y My So-Called Life, y en películas como Barfly y La mancha voraz. Si bien su talento es indiscutible, lo cierto es que nunca brilló tanto como cuando era dirigido por Lynch. Carretera perdida terminó siendo su film póstumo, estrenado un año después de su muerte, que se produjo el 30 de diciembre de 1996. Nance tenía 53 años, más proyectos en carpeta, y su sorprendente fallecimiento no tardó en generar preguntas, dudas y especulaciones.
El actor batallaba contra sus adicciones y además atravesaba un duelo por el suicido de su exesposa, Kelly Jean Van Dyke (sobrina del reconocido comediante Dick Van Dyke). “Él no superaba la muerte de Kelly”, le contó a la revista People el hermano de la actriz. De hecho, esa pérdida hizo que Nance tuviera muchas recaídas. En ese momento, se lo veía con frecuencia en bares en los que se involucraba en peleas que lo alejaban de los rodajes para los que se había comprometido.
Un día antes de su muerte, Leo Bulgarini y Catherine Case, amigos del actor, lo invitaron a cenar y notaron que tenían un moretón en el ojo. “Me dieron lo que merecía”, les dijo el actor, para luego retirarse del restaurante porque le dolía la cabeza. Al día siguiente, Bulgarini, quien se había quedado preocupado, fue a verlo a su casa de California y lo encontró sin vida en el piso del baño, el 30 de diciembre de 1996. Nance murió por un hematoma subdural, producto de un traumatismo de cráneo. Debido al testimonio de sus amigos, quienes le contaron a la policía que Nance se había peleado “con un grupo de jóvenes” y que por esa confrontación recibió un golpe letal, se abrió una investigación, y que la causa se caratuló como homicidio. Luego de interrogar a los testigos de ese enfrentamiento, las autoridades no pudieron encontrar al responsable de ese golpe que acabó con la vida del actor, por lo que su muerte quedó impune.
“Jack tenía algo muy especial y desde que murió que no lo encontré en ningún otro actor. Ninguno pudo replicar ese sentimiento que él generaba en mí. El destino quiso que yo lo conociera y eso me parece hermoso, el haber podido trabajar juntos. Lo amé como un hermano y lo extraño muchísimo”, declaró David Lynch, muy conmovido por la partida de su gran amigo.
*Michael Clarke Duncan
Resulta imposible pensar en Michael Clarke Duncan y no recordar su sentida interpretación en la película de Frank Darabont Milagros inesperados, por la que recibió su primera y única nominación al Oscar en 2000. El actor empezó trabajando en la industria como guardaespaldas de celebridades tales como Will Smith y Jamie Foxx. Al mismo tiempo, se presentaba a castings para comerciales y largometrajes, y finalmente consiguió un papel en 1994, cuando fue elegido para ser parte de la comedia de F. Gary Gray, Friday, y luego se volvió más conocido porque Warren Beatty lo convocó para su film político Bulworth y Michael Bay lo eligió para la exitosa Armageddon.
Luego, llegaron más oportunidades, la emocionante nominación al Oscar, y trabajos en las producciones El planeta de los simios, Daredevil, Sin City y The Challenger, el drama deportivo que él mismo produjo y que estaba inspirado parcialmente en su vida. Lamentablemente, el actor no llegó a ver en pantalla ese proyecto tan especial para él porque murió un 3 de septiembre de 2012, a los 54 años. Su partida conmocionó a Hollywood, si bien Duncan ya había sufrido un ataque al corazón meses antes. En esa época en la que su familia buscaba cuidarlo y monitorear su estilo de vida, el actor estaba presuntamente comprometido con Omarosa Manigault, quien había participado de realities como El aprendiz y Gran Hermano. La familia de Duncan no tenía una buena relación con la mujer, y desconfiaba de sus cuidados.
El 13 de julio, Duncan sufrió un infarto agudo de miocardio, y en agosto fue trasladado a una sala común porque se había estabilizado su condición. Sin embargo, no pudo recuperarse del todo y su salud empezó a decaer. El actor murió el 3 de septiembre por complicaciones respiratorias vinculadas a ese ataque al corazón que sucedió con Omarosa como testigo, quien habría llamado al 911. De todos modos, Karyn Johnson, sobrina del actor, declaró que nunca pudo comprobarse que ese llamado efectivamente se efectuó. “Jamás lo escuchamos, desde la familia creemos que su muerte no se produjo por causas naturales o complicaciones, quizá alguien tuvo que ver con eso”, declaró la joven. En tanto, LaToya Jackson, muy amiga de la familia, llegó a asegurar que Omarosa pidió que le quitaran a Duncan el soporte vital.
“Ella estaba obsesionada con su dinero mientras él peleaba por su vida”, declaró la hermana del actor. Por su parte, Omarosa negó las acusaciones y aludió a cómo el estilo de vida de Duncan lo condujo a su propia muerte. “Tuve que lidiar con familiares de Michael, incluso con aquellos que eran muy lejanos, y con socios que hicieron hasta lo imposible para quedarse con su dinero”. Ante dichas palabras, la sobrina de Duncan puso en duda que su tío se hubiese comprometido. “Yo lo conocía mucho, no iban a casarse y, por lo que sé, estaba viendo a otra persona. Ella nunca llevaba un anillo al hospital, empezó a usar uno después de su muerte”. La familia de Duncan nunca solicitó una autopsia, y las acusaciones contra Omarosa nunca pudieron ser probadas.
*Sal Mineo
La carrera del actor estadounidense estaba en su mejor momento en 1955 cuando obtuvo el papel de John Crawford en un film que marcaría un antes y un después en su vida: Rebelde sin causa, de Nicholas Ray. Por su interpretación en la película con la que trabajó con James Dean y Natalie Wood, recibió, con tan solo 17 años, una nominación al Oscar como mejor actor de reparto. De repente, su nombre estaba en todos lados, pero su salto a la fama vino con un costo muy alto. El acoso de la prensa y la invasión a su vida privada lo empezaron a afectar, si bien intentaba concentrarse en los próximos pasos de su carrera. En 1956, volvió a trabajar con Dean en Gigante, y luego llegó el personaje que lo ratificó como un actor talentosísimo: el de Dov Landau en Éxodo, de Otto Preminger, por el que recibió su segunda nominación al Oscar.
“En un momento tenía más ofertas de trabajo de las que podía manejar y de repente no me quería nadie”, declaró el actor cuando recordó cómo su vida profesional dio un vuelco abrupto. Según informes de la época, Mineo, quien era bisexual, sufría la homofobia de la industria, pero tampoco quería ocultarse. “¿Por qué debería ofenderme que digan que soy bisexual? Siento que muchas personas lo son”, explicaba por entonces. Sin embargo, a Hollywood no le gustaba esa franqueza y Mineo empezó a ser desplazado a pesar de que se había lucido en la biopic Los tambores hablan, sobre el baterista Gene Krupa. Asimismo, fue celebrado su trabajo en la obra teatral P.S. Your Cat Is Dead, estrenada en San Francisco.
Mineo había encontrado un espacio ameno sobre las tablas. En 1976, viajó a Los Ángeles con dicha puesta y, mientras estacionaba su auto en un complejo de departamentos de West Hollywood tras un ensayo, fue acuchillado. Mineo perdió la vida a los 37 años y los vecinos del lugar pudieron escuchar sus últimas y desgarradoras palabras. “¡No, no! ¡Por favor, que alguien me ayude!”, habría dicho el actor. Uno de los vecinos encontró a Mineo en el piso, desangrándose, e intentó reanimarlo sin éxito. Luego, se abrió una investigación y el Departamento del Sheriff de Los Ángeles comenzó a brindar declaraciones a la prensa que vinculaban la tragedia con la sexualidad del actor, por lo que empezaron a considerar la hipótesis de un crimen de odio.
Dos semanas después de la muerte de Mineo, la policía arrestó a Lionel Ray Williams, un joven de 19 años. Su esposa, Theresa, contó lo que había visto la noche del 12 de febrero de 1976 y que él estaba cubierto de sangre. Tras preguntarle qué había pasado, Williams confesó que había apuñalado a un hombre y, cuando vio la foto de Mineo en el diario, le dijo con frialdad: “Ese es el tipo al que maté”. Un jurado condenó a Williams a 51 años de prisión, pero en 1990 recibió la libertad condicional.
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