Las entrenadoras espirituales de Las Monjitas, el equipo revelación del polo

"La final, siempre, es entre La Dolfina y Ellerstina". Esta creencia, constatada por la realidad durante más de diez años, era la que debían derribar las especialistas en coaching motivacional Verónica (64) y Florencia Andrés (38) para que Las Monjitas, el primer equipo deportivo que entrenan en una década de actividad, cumpliera su máximo anhelo: disputarle la copa a Adolfito Cambiaso y sus gladiadores en la final de Palermo. Tras dar el batacazo y dejar a la Zeta (el team de los Pieres) afuera del último partido en la Catedral, el equipo liderado por Guillermo Caset e integrado por Hilario Ulloa, Facundo Sola y Santiago Toccalino, cumplió su meta. Si bien no lograron ganar, los subcampeones de Palermo vivieron la hazaña como un auténtico triunfo y, tras el partido de sus vidas, revelaron la fórmula secreta: Confianza Total, el método que desarrollaron Verónica y Florencia, madre e hija, para enseñarles a las personas a derribar creencias limitantes y "desbloquear" todo su potencial.

–¿Cómo llegaron al palenque de Las Monjitas?

Florencia: Facu Sola había leído nuestros libros y Sapo Caset se enteró de nosotras a través suyo. Después de un año de trabajar con nosotras individualmente, Caset dijo: "Ahora quiero que lo hagamos a nivel equipo".

Verónica: Empezaba Palermo y los chicos se metieron de cabeza. Fue un trabajo diario y muy intenso, en el que hicimos ejercicios de visualización, de autoestima y de inteligencia emocional. La maravilla de trabajar con personas tan motivadas es que tienen un nivel de disciplina pocas veces visto.

–Concretamente, ¿sobre qué aspectos trabajaron con el equipo?

Florencia: Lo primero que les preguntamos es qué querían lograr y ellos fueron clarísimos: su sueño era jugar la gran final. Salvo Hilario [Ulloa], ninguno había vivido esa instancia y nosotras les dimos las herramientas para que conviertan ese sueño en una realidad.

Verónica: Tanto ellos como su director técnico, Eduardo Heguy, son cracks. Nuestro trabajo fue potenciarlos: los preparamos mental y emocionalmente para el éxito y les enseñamos a cambiar la mentalidad para que sintieran total y absoluta confianza de que lo iban a lograr.

–El yachtman Santiago Lange trabaja en el mismo sentido que ustedes con Ellerstina. Ustedes incursionaron en un mundo de hombres...

Florencia: Demuestra que no hay imposibles, que no existen roles que las mujeres no podamos ocupar. A su vez, fue una sorpresa: creímos que íbamos a tener que romper con muchas estructuras y no fue así. Todo fluyó. No hubo críticas y nadie nos miró con escepticismo. Al contrario, nos recibieron con los brazos abiertos.