La emotiva confirmación de Jennifer Lopez, que dio detalles de su casamiento con Ben Affleck en Las Vegas

Como si se tratara de la trama de una de esas comedias románticas que ella misma produce y protagoniza, la historia de amor entre Jennifer Lopez y Ben Affleck hoy sumó un nuevo y feliz capítulo. A casi veinte años de su primer y malogrado compromiso, la pareja de actores se casó en Las Vegas, según confirmó la propia artista a través de su newsletter, On The JLo, el medio con el que suele comunicarse con sus seguidores.

La noticia del casamiento empezó a circular gracias a la fuente menos romántica: en la página del registro del condado Clark, al que pertenece Las Vegas, apareció el pedido de una licencia de bodas ingresada anteayer por Benjamin Geza Affleck y Jennifer Lynn Lopez, los nombres legales de la pareja. Y mientras los medios de Estados Unidos se sacudían la modorra del domingo al mediodía, la cantante y actriz decidió contar ella misma la historia de su nuevo enlace, el cuarto para ella y el segundo para su nuevo marido. Según escribió para sus seguidores, el sábado ella y Affleck hicieron fila en el registro civil junto a otras cuatro parejas y luego apenas llegaron a casarse en la capilla The Little White Chapel antes de que cerrara a la medianoche.

“Así, con los mejores testigos que se pueda imaginar, un vestido de una vieja película y un saco del armario de Ben, leímos nuestros votos e intercambiamos los anillos que usaremos por el resto de nuestras vidas. Tenían razón cuando decían que “todo lo que necesitas es amor”, detalló Lopez, quien en los documentos legales de su boda ya difundidos por los medios aparece registrada con un nuevo nombre: Jennifer Affleck.

“Estamos agradecidos de tener abundancia de amor, una nueva familia con cinco chicos maravillosos y una vida futura que nunca tuvimos más razones para anticipar. Si tenés paciencia quizás te toque pasar el mejor momento de tu vida en una capilla en Las Vegas a las doce y media de la noche con tus hijos y la persona con la que pasarás el resto de tu vida”, escribió la artista, que en abril había revelado que casi dos décadas después de su primera propuesta matrimonial el actor le había pedido casamiento nuevamente y que ella, por supuesto, había dicho que si.

Las imágenes del enorme anillo de compromiso y las muchas notas sobre las segundas vueltas en el amor volvieron a poner a la pareja en el ojo público de un modo similar a como lo habían estado en el comienzo cuando fueron virales aun antes de la explosión de las redes sociales.

La historia del romance entre los actores, que se conocieron a principios de los 2000, involucró un publicitado compromiso, un par de películas juntos, Padre soltero y Gigli (2003), que resultó un fracaso de crítica y taquilla y una separación poco tiempo antes de que se concretara la esperada boda. En aquel tiempo, se hablaba de los problemas con el alcohol de Affleck y su afición a las apuestas como los posibles desencadenantes del final de la pareja.

Un tiempo después de aquella publicitada separación, Lopez se casó con el cantante Marc Anthony, padre de sus hijos Emme y Max, de quien se divorció en 2014. Por su lado, Affleck se casó con Jennifer Garner, con quien tuvo tres hijos, -Violet, Seraphina y Samuel- y de la que se divorció en 2018 en medio de una recaída de sus adicciones.

Sin embargo, para sorpresa de todo el mundo hace poco más de un año y luego de que Lopez terminara su compromiso con el ex beisbolista y empresario Alex Rodriguez y Affleck rompiera su relación con la actriz Ana de Armas, los rumores de la reunión entre J.Lo y Affleck empezaron a circular por el mundo y rápidamente también lo hicieron las fotos de ambos juntos y acaramelados. A los pocos meses, llegó la noticia del nuevo compromiso, los fotos de alfombras rojas juntos y de la familia ensamblada además de las muchas tapas de revistas que se regocijaban con el reencuentro y al mismo tiempo especulaban con las posibilidades del éxito de Bennifer 2.0.

Una segunda vuelta que resultó en una boda íntima que ni el mejor guionista de Hollywood se hubiera atrevido a imaginar.