La muerte del actor Chance Perdomo reavivó un trágico mito de Hollywood

El sábado se conoció la noticia de la muerte del actor Chance Perdomo en un accidente de moto. El intérprete, nacido en Los Ángeles y criado en Gran Bretaña, conocido por su trabajo en las series El mundo oculto de Sabrina y Gen V y los films de la trilogía After, tenía 27 años. Una edad que acorde con una leyenda de la industria del espectáculo tiene un trágico influjo sobre sus integrantes. De todos los mitos construidos alrededor del mundo de la música, el cine y la TV el llamado “Club de los 27″ es uno de los más macabros. Sin ninguna explicación concreta –más allá de una larga serie de terribles coincidencias– cada vez que un artista muere antes de cumplir los 28 vuelven a surgir las hipótesis y teorías conspirativas. Una lógica lúgubre para transitar el duelo cuando los que se van cumplen con los requisitos de la famosa frase acuñada en Hollywood: “vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. Aunque suele atribuírsela a James Dean, tal vez porque murió mucho antes de los 27 –a los 24 años, en un accidente de coche en la famosa calle Mulholland Drive en Los Ángeles– lo cierto es que se trató de una línea de diálogo de la película Horas de angustia pronunciada por su protagonista, Humphrey Bogart.

Por un tiempo, el desolador grupo estaba integrado solo por músicos famosos, como Brian Jones de los Rolling Stones, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison, todos fallecidos como consecuencia del consumo de drogas y alcohol en un corto período entre 1969 y 1971, en el pico de su éxito y su fama. Y lo mismo sucedió décadas después, en 1994 cuando Kurt Cobain se quitó la vida a pocos meses de haber cumplido los fatídicos 27. En el caso del líder de Nirvana, la banda más escuchada por esos años, a las diferentes versiones sobre su muerte -hubo quienes aseguran que no se trató de un suicidio, sino de un asesinato-, se sumó un declaración de su madre, Wendy Fradenburg Cobain O’Connor, tras la muerte del músico en la que parecía hacer referencia al macabro mito. “Ahora se fue y se unió a ese estúpido club. Le dije que no se uniera a ese estúpido club”. Y, según las personas más allegadas a ella, la cantante británica Amy Winehouse, fallecida en 2011 a causa de su adicción al alcohol, solía decir que moriría joven, una premonición más sustentada en sus excesos que en la creencia en algún tipo de maleficio.

Para darle más sustento a la supuesta relación causal entre los 27 años y la fama, hace tiempo que las mentes conspirativas sumaron a artistas por fuera del microclima de las artes norteamericanas. Así, el listado incluye a Rodrigo Bueno, fallecido en un accidente vial en 2000, exactamente un mes después de su cumpleaños 27. Y con el paso del tiempo, además de la expansión de las redes sociales, perfectos caldos de cultivo de las hipótesis más descabelladas, el club amplió su siniestro espectro para registrar las muertes de actores. Entre ellos están Jonathan Brandis, ídolo adolescente en la década de los 90 que se suicidó en 2003, y el actor Anton Yelchin, quien murió aplastado por su propio auto en la entrada de su casa. Sus muertes suelen ser citadas como prueba del poder de la maldición del club.

Ahora, con la triste noticia del fallecimiento de Perdomo, cuyo último trabajo fue interpretar a uno de los superpoderosos jóvenes en la serie Gen V (disponible en Amazon Prime Video) el spin off de The Boys que tenía segunda temporada confirmada –su rodaje está en suspenso luego de la muerte del actor– se sumó un nuevo nombre a la lista del club al que nadie quiere pertenecer.

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