El conmovedor testimonio de Noemí Alan, tras su internación en un psiquiátrico: "Pensé en quitarme la vida"

A fines de agosto Noemí Alan , la actriz ícono de los años 80, tomó la dura decisión de internarse en una clínica psiquiátrica por un cuadro de depresión que venía arrastrando desde hace varios años. "Tiene que ver con muchas cosas que me pasaron desde muy pequeña en la vida: faltas, abusos...", relató durante una entrevista que le hicieron en Pamela a la tarde.

"Todo comenzó un día en el que me enteré que se terminaba Extingidas, aunque fue una mala información que me dieron en el backstage porque después la obra salió de gira. Ese día subí al escenario a trabajar sin voz", dijo. "Tenía estrés por miedo a perder mi trabajo, era lo que me daba ánimo para poder levantarme, era el motorcito que todavía me funcionaba".

Preocupada por los sentimientos que tenía, decidió acudir a su familia para que la acompañara a una clínica psiquiátrica. "Yo tengo la ayuda de Dios, al que busqué hace mucho tiempo. Él fue el que me iluminó esa noche para llamar a mi hija, que vino enseguida y llamó al médico. Yo quería internarme. Los médicos en dos días lograron sacarme cosas que tenía guardada de toda la vida", contó y recordó un momento de la infancia que la marco de por vida, el día que perdió una muñeca que había sido el único regalo que recibió, y que hizo que de allí en más no se apegara a las cosas por miedo a perderlas.

"Pensé en quitarme la vida, pero no lo hice. Empecé a pensar en cuando alguien hace eso, se tira en las vías y toda la gente queda enojada porque se para el tren y dije, ¿cómo voy a hacer eso?", confesó mientras los panelistas la escuchaban emocionados. "Estuve tres semanas internada".

Una de sus mayores preocupaciones siempre fue el trabajo. "Sería muy lindo vivir sin dinero, pero no se puede. La cuestión económica me preocupaba bastante, yo soy cabeza de familia desde los 16 años y encontrarme medio perdida fue muy fuerte. Aceptar que mis hijos puedan ayudarme me cuesta, pero ellos me hacen saber que no van a faltar las cosas en casa, que de alguna manera va a estar lo que necesite, que me relaje", admitió. "A mí lo que me gustaría es ser una laburante de esto, no necesito ser protagonista ni encabezar, solo vivir de lo que me gusta. También me gustaría tener un vivero".

Sin embargo, y a pesar de todas las dificultades que tuvo que atravesar, hoy admite que se encuentra bien. "El primer momento de felicidad fue cuando un día me levanté a las 7:30 de la mañana, abrí las persianas de mi casa, abrí las cortinas, abrí la ventana, vi el parque y miré hacia la cama y no me vi ahí acostada. Ese momento de sentir el aire fresco de la mañana en mi rostro y tener ganas de vivir el día, fue un momento de felicidad que hace años que no vivía", reveló. "Hoy estoy contenta, feliz, con ganas de trabajar y de seguir. Es maravilloso sentir las ganas de volver a vivir, y se puede, tenemos el deber de hacerlo, el deber de pedir ayuda".