Queremos tanto a Drew Barrymore

El estreno de Luna de miel en familia, en la que vuelve a actuar junto a Adam Sandler, nos hace recordar lo buena comediante -buena actriz- que es Drew Barrymore. Como dato extra, además, está hermosa. Meses antes de que cumpla los 40 años, intentamos un top 5 de sus películas, pero sólo de "la etapa del regreso".

Por si no lo sabían, Drew se convirtió en una estrella a los 7 años con la película que filmó cuando tenía 6: E.T. de Steven Spielberg. Ya había actuado en una película -Estados alterados de Ken Russell- pero E.T. fue la clave. Después vendrían las dos adaptaciones de Stephen King (Llamas de venganza, Los ojos del gato) e Irreconciliables diferencias. Una estrella de menos de 10 años. Y luego llegaría esa difícil entrada a la adolescencia y una carrera que parecía ir en descenso, con televisión y películas que no han permanecido (busquen por ejemplo Doppelganger de 1993). Parecía ser otro caso de niña estrella cuya carrera se esfumaba, pero a mediados de los noventa comenzó su resurgimiento.

En 1994 en Bad Girls (Perseguidas) estaba en el cartel detrás de Madeleine Stowe, Mary Stuart Masterson y Andie MacDowell, y hoy en día Barrymore es mucho más poderosa que ellas en Hollywood. Drew Barrymore logró convertirse en estrella adulta, y con una notable capacidad para la comedia. Esta selección es solamente del "resurgimiento" y no hay manera de ser justos con solo cinco películas.

El musical de Woody Allen de 1996 Todos dicen te quiero debería estar, pero también debería estar Los ángeles de Charlie, o la versión estadounidense de Fiebre en las gradas de Nick Hornby (Fever Pitch, que la convirtió en seguidora de los Red Sox). Y su papel inicial de Scream es parte de la historia grande del cine de terror, mejor dicho del terror-comedia. Es injusto que esas no estén, pero el top 5 quedará así:

Los chicos de mi vida (Riding in Cars with Boys). Una película bastante olvidada de Penny Marshall de 2001 acerca de una chica con una adolescencia complicada:

Whip it. Esta no puede faltar, a pesar de que ella no es la protagonista. Pero es la directora y tiene un elenco soñado: Drew más Ellen Page más Kristen Wiig más Juliette Lewis más Marcia Gay Harden. Chicas en patines, Roller Derby:

La mejor de mis bodas. Una de las dos anteriores junto a Adam Sandler, la colorida y colmada de ochentosidad The Wedding Singer (1998), que además probaba lo buenos que podían ser Drew y Adam juntos. Esta escena debería estar en todas las clases de comedia, de miradas en el cine. La amorosa reacción final de Drew -que siempre parece reír- es memorable:

Como si fuera la primera vez. Y sí, la otra con Sandler, porque es una de las mejores comedias románticas del nuevo siglo. 50 First Dates, en la que Drew sufre de pérdida de memoria reciente.

Letra y música. Y para terminar tiene que estar esta película, cuya visión debería ser un derecho universal. De paso, pedimos por la secuela. Ya.

Por Javier Porta Fouz

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