Verónica Llinás y Darío Barassi apuestan por la carcajada

Ellos no son una pareja normal, más bien todo lo contrario. Verónica Llinás y Darío Barassi se han unido sobre las tablas para hacer una Carcajada salvaje. Llenos de complicidad, junto a la directora Corina Fiorillo, regalan carcajadas al fotógrafo de LA NACION en un intervalo antes de su estreno, que fue anteayer, en el Multitabaris.

Se trata del texto escrito en 1987 por del dramaturgo estadounidense Christopher Durang, una pieza llena de ironía y humor absurdo que se estrenó en Nueva York, Madrid y ahora desembarca en Buenos Aires junto a estos dos personajes que se ríen de sus miserias, de sus inseguridades y sus ansiedades; de sus soledades y de las injusticias de la vida. No es casual que el título dialogue con una cita de Los días felices, de Samuel Beckett: "Soltó una carcajada salvaje en medio de la más dolorosa aflicción". Ese es el espíritu que mueve a la obra, una tragicomedia sobre la condición humana. Y a sus dos protagonistas les sobran ganas de reír y hacer reír, pese al momento.

"El proyecto me llegó a través de Sebastián Arcos, uno de los productores, que lo tenía atesorado hacía varios años. Apenas leí el texto en mi imaginario surgió Vero, que se sumó inmediatamente a nuestro equipo, y juntas luego pensamos y elegimos el nombre de Darío. Ya se van a dar cuenta de que estos personajes, francamente, no los pueden hacer otros que ellos", advierte la prestigiosa directora, que repuso Juicio a una zorra, La ira de Narciso y Tebas Land (Timbre 4), y comienza la gira nacional de El vestidor, con Arturo Puig y Jorge Marrale.

De esta forma, el espectador se encontrará así con una pareja nada convencional. Un showman con hambre de hacer teatro, un "tanque" del buen humor como el talentoso Barassi y una dama de la interpretación como Verónica Llinás, que jugarán el rol de estos dos personajes, cada uno con una patología diferente, para zambullirse desde el humor en esa locura generalizada que se vive día a día en una gran ciudad como Buenos Aires, con un texto actual, aggiornado y argentinizado especialmente para esta puesta.

"Básicamente los personajes son muy solos. La mujer es una persona con problemas psiquiátricos, sensible, que no tiene filtro y deja salir impunemente su odio por todo aquello que no entiende. Ella quiere encajar en la sociedad, pero no lo consigue, transgrede los límites, se hace preguntas que la enloquecen y puede ver el horror y la belleza de la vida, todo junto y al mismo tiempo. Y en ese sentido es profundamente incorrecta", delinea Llinás su personaje, a la que este año se podrá ver también en el último film de Sebastián Borensztein, una adaptación de La noche de la usina, novela de Eduardo Sacheri protagonizada por Ricardo y Chino Darín, y producido por Kenya Films, la flamante productora del actor.

"El hombre es muy negativo y está muy angustiado. Está muy solo, pero a su vez no pierde la esperanza de que de alguna manera eso se pueda solucionar. Hace unos cursos de la personalidad como para lograr salir de ese pesimismo, pero aun así choca siempre con la misma pared, con esa sensación de que está solo y nadie lo entiende. Esto le genera mucha angustia; por más que lo busca no encuentra un sentido a su vida y es arrastrado a la locura, ya que le cuesta mucho vincularse con la gente y la convivencia le resulta incómoda", apunta sobre su personaje Barassi, que en Semana Santa y vacaciones de invierno regresará al Gran Rex con Aladín, donde encarna al genio de la lámpara y además está trabajando en Post mortem, una serie producida por StoryLab -la productora de contenidos de Nacho Viale-, que tal vez pueda verse próximamente en Netflix, aunque aún está sin confirmar.

La obra está estructurada en tres actos. El primero, a cargo de Llinás, el segundo de Barassi, y el tercero con los dos en conjunto. El encuentro de los personajes sucede en un supermercado y tiene como disparador una lata de atún. A partir de entonces elaborarán una fantasía alrededor del otro, un perfecto desconocido que lentamente comenzará a tomar entidad en sus respectivas vidas.

"De alguna manera, el texto da cuenta de que todos estamos a un tris del abismo, de la locura real. Y lo que más me entusiasma es que su autor supo expresarlo desde el humor, un camino divino para reflexionar y formularse ciertas preguntas. ¿Cuán al borde estás de caerte al abismo? Si bien nos reímos de esto, en realidad estamos diciendo ojo, agarrate de la mano de alguien, porque si no puede desbarrancarse todo. Lo único que nos salva realmente son los vínculos. No importa si pensamos igual o diferente, me parece hermoso que hoy en día hagamos foco en estar juntos y conectar los unos con los otros", concluye Fiorillo.

Carcajada salvaje

Dirigida por Corina Fiorillo

Miércoles, jueves y viernes, a las 21; sábados, a las 20.30 y 22.30; domingos, a las 20.30.

Multitabaris Comafi, Corrientes 831.

Localidades, 800 pesos.