Historias del crimen por TV

Hoy, a las 23, Telefé estrenará un programa que explora las circunstancias desconocidas de conocidos casos policiales. "Historias del crimen" recorrerá los caminos policiales y judiciales de casos resonantes de los últimos diez años. Con un lenguaje visual cercano al film negro y una narración a cargo de Lorenzo Quinteros, cada uno de los trece capítulos del ciclo intentará ir más allá de la cobertura periodística que esos crímenes tuvieron en su momento. Para repasar el eje policial estarán las entrevistas de Ricardo Ragendorfer, periodista especializado en el tema y autor de "La bonaerense". De los aspectos judiciales se encargará Darío Villarruel, periodista y abogado.

"Trataremos de aprehender la trama íntima de cada historia. Por eso, los capítulos serán más que informes periodísticos en el sentido estricto", dice Ragendorfer.

-¿Hablar de historias implica algún elemento de ficción en la narración?

Ragendorfer: -No, porque son hecho reales. Usamos las técnicas del periodismo de investigación para delinear una historia. Puede llegar a parecer una ficción, pero no lo es.

-Algo cercano a novelas como "A sangre fría", de Truman Capote.

Ragendorfer: -Como "A sangre fría" u "Operación masacre", de Rodolfo Walsh. La estructura está armada sobre la base del testimonio de todos los que participaron en esa historia. Junto con reconstrucciones, que sí son un ingrediente ficticio, pero no son reconstrucciones largas del hecho, sino pequeños destellos que van ilustrando lo que se cuenta. Usamos muchos materiales audiovisuales aportados por los investigadores de la policía y de la Justicia. Filmaciones de peritajes, de autopsias.

Villarruel: -Creo que éste debe de ser el programa más realista que hay en la TV. Cuando empezamos con el primer programa teníamos libretistas que querían hacer guiones de los casos. Y no había necesidad. No podés inventar lo que está ahí. Cuando veíamos las sentencias nos dábamos cuenta de que la sentencia es el guión. Nos preguntamos: ¿cómo puede ser que haya pasado esto? Y pasó.

-Con las reconstrucciones y los detalles escabrosos de la sentencia deben tener imágenes muy fuertes.

Ragendorfer: -Sí, pero las reconstrucciones no están basadas en el morbo. En el primer programa tratamos el caso de Fabián Tablado, que le clavó un cuchillo 113 veces a su novia. En la reconstrucción no vamos a detenernos en eso. Y las imágenes que obtuvimos de algún tipo de peritaje son fuertes o no según el caso. Y nuestra misión no es suavizar los hechos.

-¿No corren el riesgo de estilizar la violencia?

Ragendorfer: -Toda la brutalidad de la acción, toda la aversión que ese crimen puede causar, por lo general son descriptas por los propios protagonistas, por los propios asesinos. Una de las cosas fuertes que tenemos en el programa son las entrevistas con los asesinos a dos o cinco años de haber cometido el hecho. Se ven las imágenes del tipo de hace muchos años y cómo está ahora. Con las huellas de la cárcel, con los rastros que ese hecho extremo le dejó en el rostro.

Quinteros: -Me parece que el crimen, por un lado, espanta, y por el otro, atrae. Lo primero que genera es curiosidad. ¿Cómo hizo para darle 113 puñaladas? En ese caso, la realidad supera la ficción. No hace falta remarcar nada, el espectador hará sus observaciones.

-La idea es que hablen las pruebas y no los narradores.

Ragendorfer: -Exacto. La historia y los juicios morales de cada hecho se desarrollan naturalmente. Una de las pautas que establecimos para este programa es no hacer juicios morales. Y que la historia salga de boca de sus protagonistas.

-¿Qué tipo de crímenes formarán parte del ciclo?

Ragendorfer: -Tres: los mafiosos, los policiales (tenemos un informe sobre la superbanda con entrevistas con sus jefes) y los cometidos por personas que tienen una gran condena por un solo delito. Tipos normales que hasta ese momento no pertenecían al hampa. Simplemente un día cometieron un acto brutal.

Primer envío

• En el primer programa se contará en detalle dos casos resonantes, con la proyección de peritajes, entrevistas a los asesinos y a los familiares de las víctimas: el crimen cometido por Fabián Tablado, que apuñaló a su novia 113 veces, y el asesinato de las mochileras.