Rodrigo Vagoneta, sobre su adicción al alcohol: “El detonante fue cuando alcé a mi hijo que era chiquito y tuve miedo de que se me caiga”

Desde 2020 se luce en Bienvenidos a bordo y la semana pasada regresó a ShowMatch, el programa en el que surgió y que este año busca recuperar el humor como uno de sus ejes centrales. Sus ocurrencias y su propia risa generan carcajadas en millones de hogares, pero muy pocos de los televidentes que se divierten con sus ocurrencias conocen su historia de superación. Este viernes, con el fin de ayudar y alertar a otras personas que atraviesan por el mismo flagelo, Rodrigo Vagoneta brindó su testimonio sobre su adicción al alcohol en el ciclo televisivo Seres libres, conducido por Gastón Pauls.

“Dejé de ser libre cuando estaba preocupado por saber a qué hora salía del teatro o de grabar para ir a tomar un trago. El detonante fue cuando alcé a mi hijo que era chiquito y tuve miedo de que se me caiga, ahí hice un clic”, reveló el humorista en un mano a mano con el conductor.

“Fui a una asociación que me ayudo muchísimo y ellos me salvaron la vida. Cuando uno toma, empieza a adquirir problemas de comportamiento, a la hora de relacionarse con otros. He puteado a gente, me he peleado con amigos... Luego, uno pide perdón y la gente que te conoce sabe que uno estaba enfermo”, continuó su relato.

“Mi mujer me decía que no era yo cuando tomaba alcohol. Hacíamos siete shows por noche, tomábamos un trago antes de la función, luego comprabas una botella para la noche. Luego no podía dormirme sin tomar una botella. Es paulatino, lleva unos años”, aseguró.

Y recordó una anécdota, a modo de ejemplo: “Una vez, mi papá y mi hermano me pasaron a buscar por el teatro. Estaba haciendo funciones con Panam, y cuando hacia teatro para chicos, no bebía, pero luego me iba directo. Me vinieron a buscar y me dijeron que estaban muy preocupados por mí y por todo lo que tomaba”.

“Yo no necesito tomar un trago para ser feliz. Lo digo emocionado. Al principio, tenía miedo porque me faltaba algo cuando no bebía… Pero es al revés: cuando uno bebe, pierde una de las cosas más importantes que es el miedo, el concepto de miedo con el alcohol se te va. Empezás a manejar rápido, hay varios casos de famosos que manejando rápido hasta han matado gente”, explicó el actor.

Y recordó: “En el conservatorio, me di cuenta de que el mejor estado para actuar es sobrio. Casi siempre actuaba sobrio. Mi problema era después… Lo saqué de mi vida, fue una parte del pasado, fue una pareja que me hizo mal, no la necesito más y tampoco la quiero ver. El público forma parte de mi recuperación. Yo ya se lo había contado a mis amigos, a mi familia y el detonante fue cuando se lo conté al público. De esta forma, no voy a permitir que el público me juzgue levantando una copa, está buenísimo comprometerse con esa relación de cariño, no fallarles”.

“El alcohol es una droga, como cualquier otra. Si se bebe en exceso puede traer consecuencias grandes. No todos los que toman alcohol son locos, todos los que toman una botella de fernet como tomaba yo tienen un problema. Cuando veo las publicidades en la tele, no me gusta. Sé que está mal, pero juegan muchas corporaciones, mucho dinero… Pasó con el cigarrillo. Quizás la sociedad crezca. Antes se hacían publicidades del tipo fumando súper canchero arriba de un camello, luego lo prohibieron. A lo mejor el día de mañana prohíben las publicidades de alcohol, porque es una enfermedad mundial el alcoholismo”, deseó.

Y finalizó: “Ser libre es poder manejar tu tiempo. Cuando sos alcohólico se te complica la libertad, no dependes de tu tiempo, estás pendiente de cómo organizarte para chupar y que no te vean. Es una locura. Yo andaba con la petaca en el morral. Me pasó de ir a un casting y en el medio tomar un trago. Me doy lástima; me sentía tan triste porque decía ‘no lo voy a hacer’ y lo hacía igual. Si alguien que está mirando tiene este problema, que pida ayuda porque hay gente muy copada que estuvo ahí y muchas veces el único que te puede ayudar es un exadicto”.