La ciudad de Florida con una enorme comunidad latina donde los vecinos temen ser desalojados: “Estamos sobreviviendo”

En los últimos meses, se multiplicaron las denuncias de desalojo en Hialeah, una ciudad que alberga una inmensa comunidad latina y donde más del 90% de sus residentes hablan español. Los datos recientes muestran que hay al menos un centenar de reclamos de este tipo que provienen de tres edificios considerados “de lujo” y que se suman a las más de 3000 que se efectuaron en los últimos cuatro años. Esto ocurre a pocos días del lanzamiento del nuevo Plan 8 para subsidios en el alquiler.

Ubicada en el condado de Miami-Dade, cuenta con alrededor de 220 mil habitantes, de los cuales el 94% proviene de Latinoamérica. Allí hay tres grandes edificios con viviendas de exclusivas: Pura Vida, Shoma Village y Manor Hialeah. Según un análisis de El Nuevo Herald, 165 denuncias de desalojo se emitieron en los últimos 20 meses por parte de las familias que viven en esos complejos.

Estos inmuebles brindan ciertas comodidades que no ofrecen otras edificaciones de la zona, tales como un área de relax con pileta, gimnasio y una variedad de salas de conferencia, entre otras. La alta demanda por parte de personas que buscan una de esas viviendas generó un incremento en los precios de las propiedades, lo que se tradujo en un aumento en el valor de los alquileres, con un promedio de 3700 dólares mensuales por un departamento de tres habitaciones. Si se tiene en cuenta que los salarios de la clase trabajadora rondan los US$49.000 al año, se torna muy difícil sostener ese nivel de vida.

Según los registros públicos a los que accedió El Nuevo Herald, en Manor Hialeah hay 642 unidades (departamentos, monoambientes y otros). De allí, se desalojaron 16 familias en ocho meses. En tanto, en Shoma Village, que cuenta con 304 espacios, hubo 13 expulsiones. Por último aparece el caso de Pura Vida, el más chico de los tres, pero el que tuvo más denuncias: 19 familias se vieron forzadas a abandonar el edificio.

La mayor parte de los afectados pertenecen a la comunidad latina. The Miami Herald cuenta, por ejemplo, la historia de Jessica Mora, una mujer venezolana que se mudó hace dos años al edificio Pura Vida. En la última renovación, el contrato de alquiler subió de US$ 2150 a US$2850. En enero de 2024, frente a la imposibilidad de hacer los pagos, le notificaron que iba a ser desalojada. “El sur de Florida es inhabitable. Simplemente, estamos sobreviviendo”, expresó.

Las órdenes de desalojo en Hialeah

Según datos de The Eviction Lab, de la Universidad de Princeton, hubo más de 3188 demandas de desalojo en Hialeah entre 2020 y mediados de 2023. El portavoz del grupo de investigación, Juan Pablo Garnham, le manifestó a El Nuevo Herald que los propietarios utilizan este tipo de presentaciones, no con el objetivo de recuperar el dinero del alquiler, sino para que los inquilinos se vayan del lugar. Entonces, “presentan una demanda contra la misma familia o individuo varias veces en un año”, indicó.

Sobre esta estrategia para ejercer presión, Shoma Village demandó a 20 inquilinos en más de una ocasión, mientras que Pura Vida lo hizo con siete. En tanto, Manor Hialeah le hizo llegar la el reclamo a seis grupos familiares. En la mayor parte de los casos, las quejas fueron desestimadas luego de que los inquilinos pagaran sus deudas. No obstante, un 30% de esas situaciones concluyeron en desalojo.

Por su parte, el alcalde Esteban Bovo explicó que el gobierno local no puede intervenir, ni tampoco detener los desalojos. No obstante, advirtió que el mercado inmobiliario deberá corregir los precios en caso de que los edificios se vacíen porque los valores que se imponen son demasiado altos.

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