La bicicleta eléctrica, un motivo de disputa en Nueva York

Ser repartidor en Nueva York no es tarea fácil. Para comenzar, es necesario lidiar con vehículos que van a exceso de velocidad y el estrés que inunda el ánimo de las personas y las vuelve reactivas. Ahora se suma otro elemento a la lista: las bicicletas eléctricas, que de un momento a otro y en pleno movimiento estallan en llamas.

El motivo de este acontecimiento que pone en riesgo la salud e incluso la vida no solo de repartidores sino de cualquiera que se sube a una bicicleta eléctrica son las baterías de iones de litio que son los causantes de esta suerte de “epidemia de incendios” por toda la ciudad, según consignó The Guardian.

De acuerdo con el medio inglés, el Departamento de Bomberos de la ciudad de Nueva York informó que este año hubo cerca de 200 incendios y seis muertes. El 5 de noviembre, se incendió una bicicleta que estaba dentro de un departamento de gran altura en Manhattan y lesionó al menos a 40 personas. Como si se tratara de la escena de una película, el equipo de rescate tuvo que evacuar a los residentes con cuerdas, una maniobra poco común.

En sus redes sociales, el Departamento de Bomberos advierte acerca del uso correcto de los artefactos que tienen este tipo de pilas: “Si utiliza una batería de litio, siga las instrucciones del fabricante para la carga y el almacenamiento. Utilice siempre el cable y el adaptador de corriente del fabricante hechos específicamente para el dispositivo”.

Asimismo, se trata de una situación que trasciende los límites comerciales y preocupa a los legisladores. Tanto es así, que la autoridad que rige la vivienda pública -que es de carácter social- en la ciudad propuso prohibir las bicicletas eléctricas en sus instalaciones, al menos por lo que resta de año. No obstante, tuvo que retroceder con la decisión tras las protestas de las personas de bajos ingresos.

Según el medio inglés, el lunes pasado se discutió en el ayuntamiento de la ciudad un proyecto de ley para combatir los incendios de las baterías de litio, lo que incluyó una propuesta para prohibir la venta de vehículos eléctricos de segunda mano y otra para restringir en su totalidad el comercio de todas las pilas que no hayan sido aprobadas por un laboratorio reconocido a nivel nacional.

Luego de su discusión, si el proyecto llegase a ser aprobado, los ciclistas se verían obligados a utilizar baterías que estén autorizadas por laboratorios que hacen extensas pruebas a las pilas y las someten a condiciones extremas de temperatura para determinar si son seguras o no. En ese sentido, el peso económico recaería en los fabricantes, ya que no podrían vender ningún tipo de producto sin que haya sido previamente certificado.

Si bien la introducción de medios de transporte eléctricos de modalidad individual forman parte de una tendencia que busca disminuir el uso de combustibles fósiles para la legislación, todavía se trata de un proceso de transición para el uso de energías limpias. De hecho, los propios repartidores han propuesto que se disponga de estaciones de carga en la ciudad a base de luz solar.

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