Reseña. El deseo, de Jean-Luc Nancy
En 2012, el francés Jean-Luc Nancy (Burdeos, 1940- Estrasburgo, 2021) era toda una celebridad. Ya habían transcurrido dos décadas del trasplante de corazón que más tarde dio lugar a su libro más conocido: El intruso. Allí, reflexionando acerca del hecho de tener un corazón ajeno, proveniente de alguien desconocido (¿quizá de un inmigrante, quizá de una mujer?, se interrogaba a sí mismo) desplegaba sus pensamientos acerca de la otredad, la vida, la muerte, la exclusión, entre otras cosas.
Más allá de su vida académica, Nancy nunca descuidó el contacto con un público más amplio. Una prueba de ello es su participación, en marzo de aquel 2012, en el ciclo “Pequeñas conferencias, Luces para niños” en el Teatro Público de Montreuil. Allí, niños de 10 años en adelante se reunían cada mes para escuchar a un disertante destacado. En el caso de Nancy, el tema elegido fue el deseo. La charla se abrió con un breve relato sobre un joven que caminando con su madre siente de pronto la necesidad de ir al baño, por lo cual ingresan en una cafetería. Luego, el hijo le dice que tiene ganas de tomar una gaseosa y, mientras lo hace, intercambia risueñas miradas con una joven sentada en una mesa próxima. Al salir, el muchacho queda extasiado contemplando las estrellas. A partir de esta breve historia, el filósofo presentó a su joven auditorio la distinción entre necesidad (de ir al baño), ganas (de una gaseosa) y deseo (de un amor, de algo lejano que nos hace levantar la vista). En el breve y bello libro que recupera este encuentro, con el título justamente de El deseo, se afirma: ”Desear (…) no remite a tener algo. Es una disposición que siempre está en movimiento, un impulso, una tensión, no para tener algo sino simplemente para ser alguien. Por esta razón no vivimos sino del deseo de vivir”. Más adelante, el autor enfatiza: “Mi deseo no quiere decir el deseo que ‘tengo’ Quiere decir el deseo que ‘soy’. Todo el trabajo de vivir, todo el asunto de vivir es ser el propio deseo sin poder decirlo, nombrarlo, posicionarlo frente a uno mismo y decir: es esto”
Es fundamental tener en cuenta el contexto de esta exposición. porque a lo largo de ella –y, especialmente, en el intercambio con el auditorio que queda plasmado en las preguntas y respuestas que completan el texto– se advierte el esfuerzo de Nancy por ser atento en la escucha, y claro en sus respuestas sin apabullar a sus interlocutores con ningún tipo de erudición. Por ejemplo, cuando una de las niñas asistentes relaciona los dichos del filósofo con una canción popular, él recoge la intervención, la analiza, y concluye: “Cada uno tiene una capacidad relativamente limitada de amar, y al mismo tiempo el deseo de amar nos hace más grandes que lo que somos”.
El deseo
Por Jean-Luc Nancy
Trad. Margarita Martinez
64 páginas




