Reseña: H.P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida, de Michel Houellebecq

En 1991, cuando Michel Houellebecq (Reunión, 1958) era un desconocido poeta francés alejado del fenomenal éxito que encontraría poco después como novelista, publicó H. P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida. Dedicado a pensar y celebrar el sentido cada vez más pleno que, entonces y ahora, la obra del creador estadounidense del “horror cósmico”, H. P. Lovecraft (Providence, 1890-1937), impone sobre nuestra realidad, este libro, sin embargo, no es solo la primera muestra del modo en que Houellebecq es capaz de articular en prosa ideas inteligentes y literarias sobre Lovecraft, sino también el primer esbozo de una poética personal, es decir, de un modo de captar y representar por sí mismo el mundo.

“La raza humana desaparecerá. Y los actos humanos son tan libres y están tan desprovistos de sentido como los libres movimientos de las partículas elementales”, escribe Houellebecq al sintetizar una mirada ajena sobre el mundo y la vida que, sin embargo, ya encierra las directrices fundamentales de la suya, como demostraría con novelas como Las partículas elementales (1998) y La posibilidad de una isla (2005).

Con su precisa combinación de análisis, sensibilidad literaria, biografía y plan personal de operaciones, este ensayo sobre Lovecraft y Houellebecq, construido como si se tratara de una impactante casa de espejos, se reedita y se agota desde hace treinta años por una razón tan infrecuente como sencilla: es excelente para quienes deseen conocer tanto a un autor como al otro.

H.P. Lovecraft. Contra el mundo, contra la vida

Por Michel Houellebecq

Anagrama. Trad.: E. Castejón

130 páginas

$ 1450