Reseña: La otra mitad de París, de Giuseppe Scaraffia
No es necesario subrayar los muchos encantos turísticos de la capital francesa, pero su geografía intelectual es algo más secreta. En La otra mitad de París, el italiano Giuseppe Scaraffia (Turín, 1950) la presenta por medio de un doble recorte original. La rive gauche –donde está el bar Les Deux Magots, donde circulaba la bohemia y los existencialistas de posguerra– es una invención comparativamente tardía. Tanto o más importante había sido antes de la posguerra la rive droite –vale decir, la margen a la derecha del Sena–, centro del poder, pero también de sus escritores y artistas. A ella está dedicado el libro.
Lo singular de La otra mitad de París deriva de los límites que se impone. El lugar es reducido también a un tiempo preciso: los años que van entre 1920 y 1940; vale decir, la entreguerra, época de fermentación cultural en que apenas se podía intuir lo que se avecinaba.
El relato de Scaraffia es una miscelánea, pero no se limita a la recolección de anécdotas. Dividido según los arrondissements (los barrios) que componen la rive droite propone entradas breves y bien localizadas (un hotel, un bar, una dirección) en las que aparecen figuras como Colette, Proust, Malraux, Céline, Cocteau, los surrealistas, la generación perdida, Walter Benjamin, Drieu LaRochelle. Incluso hay espacio para un cameo de Victoria Ocampo.
La miscelánea adquiere su propia forma. Los personajes reales se repiten (Proust, Joyce y otros aparecen más de una vez) y esos eternos retornos van convirtiendo esta guía de viaje híbrida en una novela coral, ideal para leer de a poco, como quien pasea.
La otra mitad de París
Por Giuseppe Scaraffia
Periférica. Trad.: Francisco Campillo García
418 páginas, $ 33.000