
33 decisiones para vestir
Hacer las valijas para un viaje largo puede ser un hecho heroico que nos vuelva más simples. En tiempos donde el qué me pongo de todos los días se proyecta a un ¿qué me llevo? con mil escenarios posibles, la iniciativa contra el fast fashion y el consumo desmedido de Courtney Carver, se presenta frente a mí –y mi valija– como una solución que me da mucha tranquilidad.
Su Proyecto 333 es una invitación a “conocerse a uno mismo, descubrir nuestro estilo y liberar tiempo, que ya no tenemos, en escoger qué ponernos hoy”. Y como si fuera una solución mágica, la simpleza que buscamos llega cumpliendo con una única regla: elegir 33 prendas para usar en tres meses, ni una menos, ni una más.
Un desafío que busca despertar el minimalismo principalmente a través de la ropa pero que también puede extenderse a nuestra vida en general donde –dicen los que saben– la simplicidad es sinónimo de felicidad.
Un compromiso que aquí y ahora sólo me atrevo a asumir con un destino de vacaciones a la vista, como si fuera un ensayo sujeto a prueba y error, que funcione como un primer acercamiento –para esta acumuladora– a un modo de vivir donde menos es más.
Un ejercicio que promete sacarnos de la insatisfacción y la inseguridad que nos genera enfrentarnos a nuestro guardarropas. Pasamos seis meses de nuestra vida eligiendo qué ponernos y, aunque no somos conscientes de ese cansancio, la fatiga ante la decisión existe y el costo biológico es menos energía mental. Para muestra, el eterno –y diario– suéter negro de Steve Jobs.
¿Cómo elegirlas? Carver pone el ojo en los contextos en los que dividimos nuestra vida: trabajo, ocio y celebraciones. El gran paso es hacer un cálculo de cuánto tiempo semanal le dedicamos y así asignar a cada uno, una cantidad de esas prendas. Si trabajamos de lunes a viernes, le dedicamos el 63% de nuestro tiempo y, por lo tanto, 21 prendas de nuestro experimento deben ser aptas para usar en ese contexto. Son 33 elecciones que nos harán más conscientes y creativos a la hora de vestirnos.