Ábrete, Sésamo
Los chicos de Medio Oriente vuelven a ser educados por títeres Made in USA
Siempre hambriento, el peludo Elmo ahora come falafel: la albondiguita de garbanzos es el nuevo manjar del títere con lombriz solitaria. Junto al cejijunto Beto y el plumífero Abelardo, desde la serie Plaza Sésamo es uno de los grandes educadores televisivos de los niños occidentales, pero también enseña letras y números en la región donde se pulieron las matemáticas: en estos días volvió a emitirse Iftah Ya Simsim, la versión para Medio Oriente del programa didáctico nacido y criado en los Estados Unidos. Si es cierto que la tele educa y entretiene, los pibes del Golfo Pérsico se formarán y se reirán frente a la pantalla plana, en una nueva batalla de la guerra por el soft power, el poder blando que no disputa barriles de petróleo ni kilómetros de fronteras, sino la patria potestad de los contenidos culturales. Y aunque Elmo, Beto y Abelardo estén acompañados por personajes con color local, como el camello No’maan y el loro Melsoon, en esta plaza se juega el nuevo orden mundial. En el TEG de la época, los yanquis buscan ocupar territorios de una zona hostil: los televisores árabes.
En 1979 (para la efeméride: el año de la revolución islámica en Irán), el programita Iftah Ya Simsim salió al aire por primera vez: en los estudios de Kuwait, una legión de titiriteros formados en EE.UU. metieron sus manos adentro de los personajes de felpa para inspirar a los niños con la moraleja edificante. Emitido en veintidós países de idioma árabe, el show de estos teleñecos, como se llama en España a los muppets televisivos, instruía sobre los primeros palotes de alfabetismo y nutrición. Con altísimos niveles de obesidad y diabetes infantil, las familias recibían consejos para leer de corrido y alimentarse sanamente: aunque el camello No’maan padece un evidente sobrepeso, también se muestra activo y orgulloso de su imagen corporal. Pero en 1990, la invasión de Irak a Kuwait, que después provocaría la Guerra del Golfo, la primera televisada en vivo y en directo para todo el mundo, llevó los bombardeos hasta la zona cero: los estudios de Iftah Ya Simsim, repletos de niños.
El programa se canceló y no tuvo aire como consecuencia de la grieta que dividió a los países de la región, en tanto integraran el eje del mal o fueran aliados de los Estados Unidos. Como un Chirolita sin su Chasman, el muñeco No’maan terminó guardado en una valija… donde estuvo hasta ahora. "No había nada que se dirigiera a los niños de la región y a sus necesidades", dijo al diario The New York Times la ejecutiva Cairo Arafat, directora de Bidaya Media, la corporación que produce este regreso de los títeres, veinticinco años después. La primavera árabe parece haber generado las condiciones para que los chicos de Medio Oriente vuelvan a ser educados por títeres con etiqueta Made in USA y la nueva locación de los estudios de grabación define el desplazamiento del eje de influencia yanqui: ya no en Kuwait, Iftah Ya Simsim se emite desde Abu Dhabi, menos ostentoso que Dubai entre los siete Emiratos Árabes Unidos, pero aun así tierra franca para el shopping y el Big Mac.
¡Lloren, chicos, lloren! La geopolítica de las marionetas planea otro tipo de invasión al golfo: la del merchandising, con mochilas, remeras, luncheras y cajitas felices que replican la carota amigable de un camello pelirrojo y la bizquera de un loro celeste. Los niños árabes piden las chucherías de sus personajes favoritos y desde la pantalla se les dice cómo leer de derecha a izquierda o cómo acompañar un falafel con papas fritas. En la guerra por el soft power, sin tanques ni drones, el ejército televisivo más poderoso del mundo recluta a los soldados más jóvenes.
CINCO VERSIONES DE PLAZA SÉSAMO ALREDEDOR DEL PLANETA
Sesame Street
La original, ahora en medio de una polémica: por primera vez desde su estreno en 1969, deja la TV pública yanqui y se muda al premium HBO. Educación arancelada.
Takalani Sesame
En Sudáfrica, uno de los personajes es seropositivo como una manera de instruir a los niños sobre el sida en un país donde la enfermedad es una epidemia.
Sippuray Sumsum
Al aire desde 2006, un intento televisivo de llevar paz a los niños de una zona en eterno conflicto: es una coproducción entre Israel, Palestina y Jordania.
Vila Sésamo
La calle de las marionetas, en una barriada de Río de Janeiro: una de las versiones más populares, con el pajarón Garibaldo y el elefante Funga-Funga.
Korero Maori
En pantalla todos los días, a las 6 y las 14, en Nueva Zelanda rompe el rating con el segmento donde los muñecos enseñan a los niños a hablar en maorí.