Fueron solo unos minutos. Janie y Jim Black habían olvidado algo en la casa y dejaron solo a Duke en el auto mientras iban tras sus pertenencias. Pero, aparentemente, el perro no estaba dispuesto a esperar tranquilo dentro del Mercedes-Benz S-Class 2001 que había quedado estacionado en la rampa de acceso de la casa de la familia Black en Aptos, Santa Cruz, California, en los Estados Unidos.
Entonces se subió al asiento del conductor y sucedió lo inesperado. La correa de Duke, que estaba enganchada a su collar, se enredó alrededor de la palanca de cambios y puso el auto en neutral. Los vecinos pudieron observar la escena: el automóvil dorado rodó hacia atrás por la calle hasta que se estrelló contra un muro de contención que lo detuvo.
Alarmados por el estruendo, Janie y Jim Black salieron corriendo a la calle y se encontraron con una escena que jamás hubieran imaginado. Un contenedor de basura aplastado, un cantero roto y un perro sonriente detrás del volante fue el saldo de un accidente que, afortunadamente, no pasó a mayores.
El auto no es seguro
Más allá del incidente, es sabido que dejar a las mascotas dentro del auto puede tener serias consecuencias. El año pasado, el holandés Arvid van Putten, que es entrenador canino, hizo una prueba para simular el peligro que corren las mascotas en este tipo de situaciones.
Sentado en la parte trasera del vehículo, llevaba puesta una camiseta para emular el pelo que los perros no pueden quitarse, y se echó sobre una manta de algodón. Estaba estacionado en un lugar sin sombra, cercano a la playa, y con las ventanillas subidas. Lo primero que notó fue dificultad para moverse. A los 30 minutos, le costaba hablar, su respiración era entrecortada y empezó a marearse. Van Putten fue sacado con cuidado del coche para evitar que sufriera lesiones graves. Empapado, congestionado y con falta de equilibrio, admitió su sorpresa. "Creí que duraría más ahí dentro. Ojalá que el mensaje sea claro: saque al perro del coche", pide.
Los perros no pueden regular su temperatura corporal mediante el sudor como los humanos. En su lugar, lo hacen a través del jadeo y del sudor que expulsan por otras zonas de su cuerpo, como el vientre. Cuando quedan encerrados en los autos, pueden sufrir, como Van Putten, un golpe de calor. Los síntomas van desde dificultad para moverse, temblores, vómitos, respiración agitada y aceleración del ritmo cardíaco. ¿Qué hacer en esos casos? "Acudir inmediatamente a un veterinario o, si es una cuestión urgente, intentar bajar la temperatura corporal ambientando frescamente zonas como la cabeza, el cuello, las ingles y las axilas. El siguiente paso a seguir, será colocar al animal bajo un chorro de agua tibia y humedecer su boca", indica Lourdes Sisack Novillo, especialista Veterinaria de MisPichos.com.
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