Biodiversidad: malvas para sumar vida a los jardines urbanos

10 de mayo de 2020
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La permanencia y continuidad de cada ecosistema depende de la conservación de la biodiversidad que ellos albergan, así como de las interacciones entre los seres vivos que habitan en aquellos ambientes. La ciudad, aunque no se vea de manera tan evidente, dispone de una interesante diversidad de fauna silvestre, a veces poco valorada o apreciada.

Enriquecer la vida en los ambientes urbanos multiplica la diversidad que da soporte a la población animal y asegura la biodiversidad. El ámbito básico de los invertebrados y vertebrados, artrópodos y aves que viven en la ciudad son los jardines, los espacios verdes y reservas junto con el arbolado urbano, que constituyen lugares de cría, nidación y también de alimento.

La familia de las Malváceas incluye muchas especies que multiplican la biodiversidad en ambientes urbanos, con árboles, arbustos y herbáceas ampliamente utilizados en el paisaje desde siempre, que enriquecen el ecosistema de nuestros jardines.

Malva dura

(Pavonia hastata)

Es un arbusto que puede alcanzar 1 m de altura. Florece desde el final de la primavera hasta el verano y otoño en las regiones subtropicales, con varios pimpollos de blancos hasta rosados, con una mancha carmesí en el centro. Duran un solo día, pero son rápidamente reemplazadas por otras flores. Requiere sol o media sombra y suelos sueltos. Resiste heladas y bajas temperaturas, pero necesita calor para abrir sus típicos capullos.
La utilizan como producto alimenticio la mariposa ajedrezada (Pyrgus oileus) y la ajedrezada menor (Pyrgus orcynoides).

Malva del bosque o botón de oro

(Pavonia sepium)

Es un arbusto algo espinoso, de color verde profundo. Prospera a la sombra y en lugares húmedos, donde alcanza mayor altura. A comienzos del verano produce flores pequeñas, de color amarillo intenso, de textura aterciopelada. Abren a la mitad de la mañana y se cierran a la tarde. Crece silvestre en las regiones tropicales y subtropicales de Sudamérica. Resiste heladas y se multiplica fácilmente por esquejes.
Es polinizada por la mariposa frotadora común (Strymon eurytulus).

Malva roja o malva misionera

(Pavonia missionum)

Es un arbusto endémico, de alrededor de 80 cm de altura. Tiene hojas aromáticas. Desde la primavera hasta finales del verano produce flores de un vibrante rojo anaranjado. Requiere pleno sol o sombra parcial y suelos sueltos, bien drenados pero húmedos. Es sensible a las heladas. Se multiplica por gajos o por semillas. Es oriunda del Brasil y del noreste argentino, donde crece a lo largo de los cursos de agua de las provincias de Misiones y Corrientes.
Sus hojas son alimento para la oruga de la mariposa ajedrezada menor (Pyrgus orcynoides).

Malva blanca

(Sphaeralcea bonariensis)

Es un subarbusto de tamaño medio, con tallos muy ramificados desde la base, erectos o ascendentes, frecuentemente rojizos o violáceos y cubierto de pelos estrellados en todos sus órganos, lo que le da una tonalidad grisácea. Puede alcanzar entre 0,5 y 1,3 m de altura. En primavera produce abundantes flores de color salmón. Oriunda de Bolivia, Paraguay, Uruguay y norte y centro de la Argentina, crece en los talares, en bordes de caminos y vías férreas.
Es planta nutricia de la mariposa brincadora blanca (Heliopetes omrina), de dama manchada (Vanessa carye), ajedrezada menor (Pyrgus orcynoides), ajedrezada de lunar (Heliopyrgus americanus bellatrix).

Malva del campo

(Modiolastrum malvifolium)

Es una herbácea pequeña, de alrededor de 30 cm de altura. En primavera-verano produce flores solitarias de color anaranjado pálido. Es nativa del sur de Sudamérica. En general, crece en claros de bosques ribereños, pajonales, orillas de caminos, baldíos y bordes de vías férreas.
Es planta nutricia de la mariposa dama pintada o dama manchada (Vanessa carye).

Malvavisco grande

(Abutilon grandifolium)

También llamado Abutilon molle, es un arbusto muy ramificado, de entre 1,5 y 2 m de altura. Entre la primavera y el verano produce flores de color amarillo intenso, que son fuente de néctar para colibríes. De crecimiento rápido, admite pleno sol o media sombra. Es una planta muy poco exigente respecto del clima y el suelo, pero no resiste las heladas.
Se multiplica con facilidad por semillas y por esquejes. Es originario del Brasil, Paraguay, Bolivia, Uruguay y la Argentina, con distribución en nuestro país en el centro y norte, hasta la provincia de Buenos Aires. Se la encuentra en baldíos, orillas de vías férreas y caminos y en terrenos modificados.

Por Gabriela Benito, ingeniera agrónoma.

LA NACION