Buscando la igualdad del otro lado de la barra

El universo de la coctelería, un ámbito que cada vez atrae a más curiosos y que forma a más profesionales en todo el mundo, está atravesando su propia revolución silenciosa, con la aparición y consolidación de más mujeres que buscan dejar su sello y transformar un ambiente que tradicionalmente fue masculino gracias a alianzas que aprovechan el poder aglutinador de la web. Desde destiladoras, emprendedoras y embajadoras, no se trata sólo de una cuestión numérica en el cupo detrás de las barras, sino de que sean tratadas como pares y que puedan aportar un punto de vista propio y distintivo.

La preponderancia de los hombres es tan marcada que se suele usa "barman" como un título genérico, cuando en realidad excluye a las mujeres. Es por eso que cada vez es más usual hablar de bartenders para ambos géneros y de bairmaids en el caso de ellas. "Aunque uso ambos, prefiero el término en este caso porque me parece mucho más específico y especializado. Y señala que un barman y una barmaid pueden aportar cosas distintas" le dijo a LA NACIÓN la periodista especializada Laura Marajofsky.

"No sé si decir que el ámbito de la coctelería es machista porque puede ser una análisis demasiado simple. Pero sí, sin dudas, es un ámbito difícil y complejo para las mujeres, un claro reflejo de lo que sucede en otras industrias y espacios, con diferencias a la hora de evaluar salarios y con situaciones de abuso verbal y hostigamiento", aseguró.

Inés de los Santos, una de las mujeres con más trayectoria y peso en el país, vivió en carne propia muchos de estos problemas: "Tengo más de veinte años de carrera y cuando empecé, el único rol que tenían las mujeres en una barra era ser simpática y muy bonita para atraer clientes. Nunca se le pedía nada más y yo pelea por poder formarme y profesionalizarme"

Luego de arrancar como camarera, De los Santos recuerda que recibió su primera gran oportunidad en Gran Bar Danzón, un reducto clásico en el centro de Buenos Aires. "Recuerdo que sus dueños, que siempre fueron visionarios, pusieron el tema sobre la mesa y me explicaron que querían una barra comandada por una mujer y eso fue algo revolucionario", explicó.

"Para mis colegas siempre fue raro porque era una mujer que ocupaba un lugar muy importante y a la que además le iba bien. Y sucedía lo mismo con los clientes: tengo mil anécdotas de personas que me preguntaban si yo sabía preparar un Bloody Mary o que preferían que los atienda un hombre", le contó a LA NACIÓN.

Es por eso que en este escenario, resulta relevante que la cordobesa Pipi Yalour haya sido elegida como embajadora de Campari para 2018, un puesto en el que en el pasado sólo hubieron hombres. "Estoy feliz de la vida por un doble motivo, por ser mujer y por ser del interior. Nunca me interesó participar de competencias o concursos, que es una buena manera de crecer, y me pone contenta saber que pude proyectar mi carrera sin competir", explicó.

Para la barmaid siempre fue una preocupación el rol de la mujer en su profesión. Es por eso que en 2016 creó, junto a la cordobesa Gise Jaime la web colaborativa Chicas en barra, en donde se compila y produce información y contenido de todo el país. "Las dos somos ñoñas y cada una tenía cuadernitos con recetas de cócteles o apuntes de un insumo que estaba investigando o una técnica. Y nos parecía que quizás compartiendo experiencias y problemáticas íbamos a encontrar a quiénes nos podían ayudar. Además, queríamos vincular el rol de la mujer en la coctelería con el conocimiento, ya que no éramos las únicas mujeres que se estaban formando y no lo veíamos tanto en los varones. Y fue una manera de que las chicas compartan lo que iban aprendiendo y darle visibilidad", explicó.

Otro emprendimiento web reciente es el Mapa de Barmaids en el que está trabajando Marajofsky desde su sitio, DrinkMe, con el que busca llevar registro, documentar y visibilizar la labor de las chicas de todo el país, siendo también una plataforma para difundir los proyectos en los que trabajan y cómo se forman.

De hecho, para Yalour una barmaid suele estar más preparada que un barman. "Por lo que yo he vivido, las mujeres están mucho más capacitadas que los hombres en sus mismos puestos. Entonces, cuando se elige a un hombre en la barra por encima de una mujer, las justificaciones que se dan pueden ser insólitas porque no pueden alegar que el otro es mejor que una", aseguró.

Con este diagnóstico coincide Mona Gallosi, una referente local que pasó por varias barras y hoy tiene su propio y exitoso emprendimiento -en donde se define como "la cabeza, el corazón y el cuerpo"- y que ve que cada vez hay más mujeres formadas en este ámbito. "En la Argentina hay un 10% de mujeres bartenders pero un 40% de mujeres que estudian para serlo, entonces notás que hay pasión por conocer y formarse y eso pronto se verá en más lugares", ilustró.

"Aunque a nivel de global las mujeres han ganado mucho terreno en la coctelería, sobre todo en los últimos cinco años, no diría que las cosas cambiaron, sino que están cambiando de a poco. Siempre han habido mujeres detrás de las barras y siempre son las que más se han destacado", reveló Gallosi.

Muchos coinciden en asegurar que las diferencias que globalmente se ven entre hombres y mujeres son más notorias aquí. "Este país es más machista que otros. En Inglaterra, España, Estados Unidos, hay mucho más que mujeres bartenders: hay maestras destiladoras, empresarias gastronómicas que abren bares todo el tiempo, maestras… Es una profesión bastante machista pero las mujeres estamos demostrando que tenemos un lugar y que podemos lucirnos y que podemos imponernos. No quiero decir que ahora estamos a la par, porque siempre estuvimos a la par pero escondidas y lo que cambió es que estamos dejándonos ver", concluyó Gallosi.