Cambio cultural. Del autocine a los teatros vacíos
La imposibilidad de salir de casa, el distanciamiento social y el cambio de hábitos en el hogar, entre otros fenómenos están produciendo un giro impensado hace apenas medio año en el consumo de cultura.
Aunque algunos festivales y grandes eventos culturales no tuvieron más remedio que suspenderse a comienzos de año (desde el Bafici a la Feria de libro), otros como la reciente FED (Feria de Editores), las charlas TedEx Rio de la Plata y hasta festivales en centros culturales como El Recoleta, se han logrado adaptar exitosamente a los nuevos tiempos y streaming. Pero, ¿qué pasa con la manera en que consumimos música, cine y espectáculos escénicos?
La música (re)conectada
Recitales desde los hogares de los propios músicos que en alianza con YouTube o canales locales transforman sesiones intimistas en hits virales (como el recital que transmitió Fito Páez desde su casa en marzo o el de Jorge Drexler en julio), o incluso shows en solitario, marcan el paso de lo que se viene. Como hizo apenas hace unos días el cantante Ciro desde un Luna Park vacío y acompañado únicamente por su banda, Los Persas, tocando anecdóticamente para la ocasión el tema "Tal solo".
Sin dudas ver recitales de esta manera, cosa que en EEUU han replicado infinidad de artistas trasmitiendo desde sus casas, puede ser todavía muy extraña para algunos. En abril se organizó One World: Together at Home del cual participaron también otros tantos intérpretes (The Rolling Stones, Paul McCartney, Lady Gaga, Luis Fonsi, Eddie Vedder, Alanis Morissette, J Balvin, Billie Eilish y Elton John). Hay quienes encontraron en la pandemia la oportunidad para innovar en la forma de llegar a sus fans, como Radiohead, que en abril comenzó liberando cada semana una presentación en vivo en su canal de YouTube con la consigna #StayHome with Radiohead.
Sin ir más lejos, Sadaic tuvo que adaptar su legislación para contemplar el formato online y empezar a cobrar un arancel por las presentaciones de este tipo. Escuchar música en vivo online con el silencio arrollador del público ausente y el eco de un teatro vacío, sin chiflidos o palmas, puede ser intimidante no solo para los artistas. Y sin embargo, esta variante de consumo abre toda una nueva gama de posibilidades.
Desde el coche
El imaginario del autocine se ubica en nuestra mente como una postal de los ‘50. El llamado drive-in-theater en todas sus formas está pegando la vuelta como recurso óptimo para estos tiempos pandémicos, y que podría ser además lo más cerca que estemos en un buen tiempo de poder ir al cine o a un festival. Al menos así lo están pensando y testeando en distintos países de Europa como Noruega en donde entre el 7 y el 14 de abril alrededor de 10.000 espectadores asistieron al autocine y en Estados Unidos donde hay once autocines abiertos y uno de ellos proyecta estrenos.
Por acá se acaba de inaugurar el Autocine Municipal de Escobar en el estacionamiento del Shopping Maschwitz Mall, que hace unos días tuvo su avant premiere con la proyección del film argentino La odisea de los giles. Se permiten hasta cuatro asistentes por vehículo que deben cumplir normas de higiene para evitar riesgo de contagios. "Hace muchísimo que no salíamos y la posibilidad del autocine nos habilitó para salir y poder disfrutar en un marco muy cuidado porque estábamos adentro del vehículo con mi mujer y mi hijo. El sonido era muy bueno y la calidad de la peli también así que nos sentimos muy cómodos. Fue fácil el ingreso y egreso. Una experiencia positiva por donde se la mire y un gran acierto organizar esto en este momento", relata Nicolás quien asistió junto a su mujer Belén y su bebé de un año.
Las precauciones que se toman al ingresar al predio son controlar la temperatura corporal y constatar que se trata de un grupo familiar conviviente. Está prohibido bajarse del vehículo y para escuchar la película se debe sintonizar en la radio la frecuencia 100.3 habilitada especialmente. Para ir al baño o poder comprar comida en los foodtrucks habilitados se solicita asistencia del personal vía WhatsApp. En el estacionamiento entran 72 autos y la entrada sale mil pesos por vehículo. "La experiencia fue muy agradable, a uno lo hace remontar a épocas pasadas, a esas imágenes que veíamos en las películas en las cuales los protagonistas iban al autocine", comenta Florencia. "Uno tenía un preconcepto de lo que era un autocine pero no se imaginaba vivirlo personalmente. Se puede compartir la actividad en familia y salir un poco de la rutina", agrega su marido Alberto.
Teatro online, otra novedad
Es interesante pensar en lo que el devenir de esta pandemia pueda generar en un arte tan presencial como el teatro, donde la intimidad e intensidad del vínculo entre actores y audiencia es fundamental. En espacios independientes como Timbre 4, El Camarín de las Musas, Nun teatro y tanto otros, desde comienzo de la cuarentena el streaming online se viene sosteniendo, ya sea a través de filmar y retransmitir obras o bien haciéndolas en vivo sin audiencias, que con la compra de entradas ayudan a sostenerlos. Otros cuentan con archivos de filmaciones que ahora abren al público como el Cervantes, hoy bajo el lema Cervantes desde Casa, y todos ofrecen otros complementos como ciclos de conversaciones, entrevistas con intérpretes, detrás de escena y montaje de las obras.
En esta línea, la obra Sex de José María Muscari, fue uno de los primeros shows en reinventarse en esta cuarentena con Sex virtual. Movilizando a un elenco de más de 20 artistas en una experiencia de tres días a través de WhatsApp, Telegram, Zoom, Twitter e Instagram, pensada especialmente para redes y "generando contenido privado, visual, sensorial y artístico, enfocado 100% en el sexo". "Lo súper recomiendo, claramente es para personas adultas, ya sea para disfrutarlo solo o en pareja, porque la pasás bárbaro. De hecho yo lo hice con mi pareja y por tres días me olvidé de todo esto que está pasando. Es una experiencia de todo el día durante 3 días. Me pareció todo de altísima calidad y muy cuidado. Tenés varias instancias pero vos elegís de qué participas. La verdad que es muy bueno lo que han armado", relata Lali, quien participó junto a su pareja Juan.
Pese a que ahora Sex se convirtió en la primera obra en volver a las tablas luego de cinco meses de parate generalizado a raíz del Covid-19, la apuesta que hizo permite pensar en otros formatos y canales para el teatro virtual a futuro.