Vani es la cabeza y mentora de Ayloviú Home . Desde su página web nos saludan almohadones, banderines, guirnaldas de pajaritos tejidos (hay mucho crochet), bastidores bordados, y hasta latas de duraznos vacías recubiertas en tejidos para convertirse en macetas.
Si bien sus creaciones me parecen muy lindas, su casa habla también muy bien de ella. Tuve la suerte de ir y descubrir que, con muy poco (de verdad, ¡muy poco!), se puede hacer mucho. Por ejemplo, colgar grullas de colores en una araña de hierro negra…
Sin embargo, esta no es la idea de hoy. Este viernes vamos a algo mucho más sencillo y evidente para el que descubre oportunidades en cualquier rincón de la casa. Vani abrió las ventanas y, con ellas, una idea brillante: convertir celosías en portarretratos con ganchitos de papelería:
La celosía está en casa y, si no está, se puede conseguir en negocios de demolición. En esta nota de Living hay muchos datos (atención: el informe tiene por lo menos dos años...). Si conseguimos una linda celosía (o parte de ella), la podemos amurar a una pared y utilizarla para colgar fotos y/o, dependiendo de sus rendijas, para guardar facturas a pagar u otros papeles que estén dando vuelta. Además, podemos colgarle pequeños objetos de decoración, como este pajarito de Ayloviú Home.
Los ganchos chicos no cuestan más de $2 en cualquier librería. Hay negros y de colores, elijan su propia aventura. También podemos incluir imanes como la mariposa que Vani usó para contrastar unos retratos en blanco y negro. Cuenta que compró las mariposas en el barrio chino… ¡y cuánto color podemos encontrar ahí!
¿Conclusión? Miremos bien qué recursos tenemos en casa para apropiarnos de ellos y alegrarlos con nuestros recuerdos. ¿Ustedes qué intervenciones hicieron?
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