El campeón de la cuerda floja: caminó más de 2 km sobre un alambre y batió un récord mundial

El francés Nathan Paulin batió un nuevo récord del mundo en una actividad que claramente no es apta para cardíacos ni para quienes sufren de vértigo. El hombre recorrió 2.200 metros por la cuerda floja en un alambre suspendido entre una grúa y la famosa abadía del monte Saint-Michel.

A pesar de registrar una marca sorprendente, Paulin, de 28 años, explicó que se dejó caer del cable apenas unos metros antes del final del recorrido “por motivos de seguridad”. Más allá de este decisión, su recorrido fue suficiente y le “alcanzó para registrar la distancia con la que logró el récord mundial de caminata sobre la cuerda floja”, dijo su portavoz, Laura Zhang.

Según se explicó a través de un comunicado, el acróbata inició su recorrido a una altura de 100 metros, protegido con una cuerda de seguridad, y le tomó dos horas recorrer la distancia descalzo encima de un alambre de dos centímetros de grosor. En este sentido, se explicó que además del desafío de mantener la estabilidad a esa altura y durante tanto tiempo, se le debe sumar la resistencia para soportar la tensión del alambre en los pies desnudos para aguantar el dolor y no trastrabillar en el intento.

Más allá de este increíble registro, Paulin se había asignado el récord previo de distancia en la cuerda floja, cuando en 2017 completó la travesía más larga de entonces, de 1.662 metros, al cruzar el Cirque de Navacelles, un cañón en el sur de Francia. Luego de aquella ocasión, Nathan Paulin no se relajó y previo a este intento en la famosa abadía del monte Saint-Michel, ya se había desafiado a sí mismo.

A través de su portavoz, su equipo aseguró que ya había batido esta marca el año pasado en Suecia, pero que el ejercicio más largo fue en el monte Saint-Michel. Esta abadía benedictina de 1.300 años de antigüedad es Patrimonio Mundial de la Unesco y un gran atractivo turístico en el noroeste de Francia.

Quién es Nathan Paulin

El francés nacido en 1994 se describe a sí mismo en su página web oficial y en su cuenta de Instagram como “100% atleta, 100% artista, 100% explorador y 300% feliz por mi trabajo”. Mediante sus redes sociales donde acumula más de 13 mil seguidores, comparte a diario contenido sobre sus aventuras y da a conocer los próximos desafíos que afrontará.

“Apasionado por los deportes de montaña desde muy joven, Nathan comenzó a hacer slackline en 2011. Encontró la verdadera paz interior en esta actividad que combina una intensa concentración y control del cuerpo”, describe Paulin en su sitio oficial. De esta manera, destaca que en esta práctica halló un momento de conexión consigo mismo que lo llevó a un bienestar que no había experimentado previamente.

A partir de introducirse en la actividad en el 2011, fue buscando distintos lugares inexplorados en el mundo para llevar adelante su pasión y mantener lo más importante para él: la motivación. “Empujar los límites de este deporte es una de las razones que le anima a emprender travesías cada vez más largas”, concluye.

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