El polista diferente
Brilla en la cancha, pero afirma que lo aburre el mundo tradicional del polo. Carismático y seductor, se convirtió en modelo, ama la cumbia y el fernet, y asegura que lo conmueve la pobreza
Resulta fabuloso dar con una figura reconocida en lo suyo a la que, además, se le intuye destino de estrella. Porque se sabe que el polista Pablo Polito Pieres, goleador del equipo Alegría, veloz y visceral, es un excelente deportista. Pero eso a veces resulta sólo un detalle. Diferente. Absolutamente natural, pícaro y seductor.
Antes del saludo inicial se quita la gorra y la regala. Es tarde para café, así que pide una ronda de Fernet con Coca, su trago favorito, el mismo que le preparan en Londres o Palm Beach, donde pasa la mayoría de los meses del año.
Es Polito desde niño y, calcula, así será para siempre. Su padre, también vinculado al polo, se llama Paul. Su madre, Florencia Panelo, diseñadora de moda, es su fanática número uno y –confiesa el hijo– brujita de cabecera. "Mamá siempre adivina todo. En 2009, partidazo contra La Dolfina, yo último suplente en Chapaleufú I, ella me aseguró que iba a entrar. ¡Disparate de madre!, pensé. Pero se dio. Yo estaba con jeans azules comiendo un helado cuando de pronto me dicen que debía entrar. Terminé poniéndome los blancos delante de todos, y encima el resultado fue glorioso: empatamos el partido al toque. Finalmente perdimos, pero en tiempo suplementario."
El chico del que todos hablan escucha cumbia, bolichea sin complejos, se hizo amigo del Pocho Lavezzi, es bostero. Además, flirtea con una actriz y modelo famosa, a la que le dedica un ramillete de piropos, pero no da más detalles que esa sonrisa tan, pero tan contagiosa, que invita a decir basta.
Igual, vos declaraste que lo tuyo es la soltería. Los ojos vidriosos serán producto del día largo y el trago. Jamás se nos ocurriría pensar que estás enamorado…
¡Qué maldad!
¿Por qué?
Porque si bien siempre dije que no tenía ganas de noviar ni tener hijos siendo muy joven, ahora ya no soy tan intransigente. Qué sé yo… No soy un tipo noviero; lo máximo fue menos de un año y una sola vez. Pero ya estoy más cerca de pensar diferente, de querer estar bien con alguien. Igual no estoy hablando de quien piensan. ¿Charlamos de polo?
Bueno, pero en un rato retomamos.
Ok.
El año pasado tu equipo, Alegría, fue la gran sorpresa del Abierto de Polo de Palermo. Nadie pensó que los chicos de la camiseta rosa chicle llegarían a la final.
¡Nosotros tampoco! El equipo se armó el año pasado y era muy inferior al resto. Todos éramos delanteros. Íbamos adelante Hilario Ulloa, Lucas Monteverde y yo; los puestos no coincidían… A pesar de eso arrancamos muy bien en Tortugas. Después, para Hurlingham, tuve la mala suerte de ser operado de apendicitis. Llegué a Palermo con un poco de dolor de panza, pero con unas ganas tremendas de brillar. Lo que pasó fue realmente mágico. Estaba feliz, festejaba los goles acercándome a la tribuna y la devolución era de fiesta. Creo que ayudó la camiseta rosa. Había onda, ganas, alegría.
Generalmente no se festejan mucho los goles…
Casi ninguno lo hace. Pero a mí me sale, qué sé yo. Es una forma de estimular al equipo, y la gente de la tribuna se va cebando.
El efecto Lavezzi en Palermo. Algunos dicen que con el Pocho tienen personalidades parecidas, el mismo carisma y humor.
Pocho es genio, un amigo. Estuve con él en Francia este año. Es un tipo normal, contento, que disfruta lo que hace y es espontáneo. A mí me pasa lo mismo.
¿Qué te aburre del mundo del polo?
Que hablen siempre de polo. Eso es muy común en algunas familias. No está mal, pero a mí me da una fiaca abismal. Con mi familia, los pocos meses que estoy en la Argentina vivimos en Pilar. Vida normal, dos hermanas mujeres. Una que ambienta fiestas y la otra diseña zapatos; ¡nada que ver! Hablamos de cualquier cosa menos de polo. Creo que el polista en estado puro es un poco aburrido. Yo soy profesional, pero eso no me impide salir con amigos, ir a ver a Boca, organizar asados. Acá o donde sea.
¿Hacés asados en Londres?
Claro. Si vamos con los petiseros. Carne argentina hay en todas partes, parrilla conseguís al toque. Tal vez no haya chorizos verdaderos o la morcilla nuestra, pero hacemos flor de asados y tomamos Fernet. ¡Si no es propiedad exclusiva de Córdoba! Es una bebida italiana. Lo que pasa es que nosotros le agregamos cola.
¿Seguís alguna dieta especial?
Entreno y como normal; todo lo lógico que debe hacer un deportista profesional. A veces, por influencia de mi madre, como cosas raras como caña de bambú y jugos de hierbas japonesas. Qué sé yo, ella dice que está bueno… No cuesta nada.
¿Cocinás algo?
Nunca y básico. Huevos o fideos con tomate y crema. No me pidas más.
¿Te interesa la moda? ¿Acabás de firmar contrato con Etiqueta Negra, por la línea Gola?
Antes no le daba importancia, ahora me está divirtiendo. Y todo lo que me propone Federico Álvarez Castillo me cierra. Me gusta cortar un equipo con lindas zapatillas de color; estamos viendo y me entusiasma mucho la nueva propuesta.
¿Dónde comprás en el mundo?
Voy tras los jeans Diesel. Pero ahora tengo quien me vista.
¿Perfume?
Soy lo anti Nacho Figueras: no uso.
Hasta que te busque una marca internacional.
Bueno, entonces ahí diré que sí uso. Pero no, esas cosas las hace muy bien mi amigo.
Pregunta malvada. ¿Sabés que mucha gente cree que los polistas no hacen mucho en la vida?
Pero recontra obvio que dicen eso. ¡Cómo no voy a saberlo! Hay mucho desconocimiento. Hay gente que cree que los polistas estamos al pepe todo el año. Bueno, yo apenas paro veinte días. El 30 de diciembre ya me voy a Estados Unidos porque juego el 2 de enero. Me la paso viajando entre siete y ocho meses. De enero a abril, en Palm Beach. Vuelvo diez días y después me instalo en Inglaterra de mayo a junio. Agosto hacemos Sotogrande o California. La gente idealiza nuestras vidas. Creen que no nos importa nada. Por eso será que tengo necesidad de acercarme y demostrar que soy un tipo más que común, que me conmueven y me enojan las mismas cosas que a todos.
¿Qué te conmueve?
La pobreza, la falta de recursos. Estos días estuve con mi familia en el Hospital Austral, que es un ejemplo de trabajo y amor. Pero el cuarto piso está vacío de equipamiento. Bueno, yo tuve ganas de donar un cuarto completo, pero igual es nada. Voy a trabajar sin parar hasta lograr que todo el cuarto piso esté impecable y completo. Por supuesto que son pequeños granos de arena, pero me hace bien.
¿Y los enojos?
No me voy a poner mala onda y hablar de inseguridad. Nos pasaron cosas; prefiero no dar detalles y confiar en el país. Sentir que saldremos adelante en todo sentido. Mi lugar en el mundo no es Londres, París ni Palm Beach, sino Pilar. Es donde soy feliz, donde crecí, donde está mi familia. Cero mareo. Yo me divierto, pero tengo los pies en la tierra.
Se te nota apasionado. ¿Qué más sos?
Alegre, como mi equipo. Y natural. A mí el festejo me sale de adentro. Recuerdo el año pasado, en un momento de gol contra La Dolfina, justo en la zona de una tribuna prolija… Yo estaba feliz y levanté una mano. Sentí que el corazón me la alzaba. Y supongo que eso se transmitió tan claramente que de golpe se levantaron todos. ¡La tribuna de pie! Me sentí como un director de orquesta. Recuerdo la postal en cámara lenta y me impresiono. Qué lindo fue eso.
Sos un romántico.
¡No! Eso no. Tampoco la pavada.
Ahí te salió el costado machista de polista tradicional.
Bueno, me gusta más la palabra apasionado. No soy un indiferente ni mantengo posturas. Cero eso.
¿Vas a invitar a la barra de Boca a algún partido, emulando lo de Adolfito Cambiaso con Nueva Chicago?
Bueno, en algún momento, si se da… Me fijaría bien quiénes van, tampoco voy a hacer un bardo.
No tuvo tanto éxito aquel intento, ¿no?
Fue un poquito duro porque la gente no está acostumbrada a tanto ruido, tanto humo. A las abuelas, supongo, mucho no les gustó. La hinchada era pesada. Si yo llevo bosteros serán los más tranquilos. ¡Ja ja!
¿Alguna culpa con esto de ser rival de tus primos?
Hoy en polo somos rivales, pero soy hincha de Ellerstina. Cuando le ganamos el año pasado los sentimientos fueron encontrados. Por un lado mucha alegría, obviamente, pero también algo de tristeza. A mis primos los quiero un montón, son como hermanos. Con Nico y Facundo, que son más de mi edad, vivimos montones de cosas lindas. Gonzalo se casó muy joven, tal vez no vivimos tanto juntos, pero la relación es igual de buena.
¿A quién te parecés más?
A ninguno.
Figurita diferente en la familia y en el polo…
Y sí, puede ser. Será por esto de los festejos, de tener una actitud más relajada antes de los partidos, por no estar casado. Los chicos que juegan en el Abierto tienen esposas e hijos. Yo, en cambio, sigo organizando fiestas. El año pasado, sin querer, impuse la Polilla Fest. ¡Ja ja!
¿Qué es eso?
Es que a mí me dicen Polilla. La misma noche de la final improvisé una fiesta en mi casa de Pilar. Terminó con ochocientas personas, hasta las 8 de la mañana. Y este año no puedo achicarme. Creo que ya se instaló y voy a exportarla este verano a Punta del Este.
Cumbia y Fernet en el Este, al estilo Polilla.
Claro.
¿La vas a invitar a Calu Rivero?
Ya sé por dónde viene la pregunta…
Dijiste que al final se podía volver al tema.
Tenemos la mejor, pero somos amigos nomás. Nos conocimos por amigos comunes. Nos une la música; ella es DJ y a mí me encanta eso. Creo que ambos somos divertidos, jóvenes. La realidad es que me pareció una chica simpática y diferente. La vi sin maquillaje, al natural. A mí en general me gusta la gente sin pose.
¿Entonces? ¿Seguís etiquetándote como soltero sin apuro?
Apuro no tengo. Pero tampoco la fobia de antes. Estoy mucho más relajado al respecto.
No te pregunto por el gran sueño porque supongo es ganar Palermo.
Sí, no voy a mentir. Obvio que sería el sueño con mayúsculas.
La pregunta obligada es saber si hay posibilidad de que te unas al equipo de tus primos. Un Pieres más en Ellerstina.
Eso no se descarta, pero el tiempo dirá. Hoy estoy enfocado ciento por ciento en Alegría. Obviamente sería un gran orgullo, ¡a quién no le gustaría sumarse al mejor equipo del mundo! Soy hincha de ellos desde chico y mi sueño, desde ya, es ganar Palermo. Con Alegría o con Ellerstina.
¿Alguna cábala?
No, camino lo más bien por debajo de las escaleras, no me importa que pasen gatos negros. Nada. Creo fuertemente en el poder del deseo. Más allá del talento que se pueda tener, las ganas, el dejar todo, tener una actitud positiva e incluso desestructurada, ayuda a lograr el objetivo. Igual prefiero no pensar. Dejo que las cosas pasen. Y mientras me divierto.
¡Alegría!
Sí, ante todo.
1986
Nació el 21 de julio en Greenwich, Estados Unidos, ya que su padre estaba jugando allá
1992
En Pilar, con sólo 6 años, comenzó a jugar. Amó desde siempre a los caballos y supo que jugaría al polo 2012
Ganó la Copa de Oro en Inglaterra con Cortium (fue el máximo goleador, con ocho tantos), y ganó la copa CV Whitney en Estados Unidos
2013
Consiguió la Copa de Oro Deauville en Francia y resultó finalista del 120º Campeonato Argentino Abierto de Polo
2014
Finalista de la Copa de la Reina, en Inglaterra. En Palermo se habla de su pase a Ellerstina
El futuro
Promete organizar la mejor fiesta de este verano en Punta del Este. En 2015 cambiaría de equipo y será la imagen de Etiqueta Negra
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