En solo 34 metros. De clásica oficina céntrica de los años 40, a luminoso hogar
Cuatro meses trabajaron el arquitecto Alejo Petrucci y el diseñador gráfico Francisco Miranda (creador de Tooco) para reformar esta tradicional oficina de los años 40 en el Microcentro, transformándola en una luminosa vivienda.
"Buscábamos un piso alto para invertir. Cuando visitamos este, dudamos, porque estaba en pésimo estado, pero la ubicación y la vista eran incomparables".
Durante la obra cambiaron la instalación de agua y electricidad (incluida la cocina, que dejó el gas) y la conexión entre ambientes: la cocina se integró al living-comedor, el acceso al balcón se amplió y el antiguo despacho de oficina hoy es el dormitorio.
"Elegimos esta pared para revestir por varios motivos: era la más grande, da un marco al escritorio y, además, se ve desde el cuarto. Su geometría blanda genera un espacio interesante, sobrio y descontracturado".
Quisimos mantener el espíritu de época, pero sin exagerar, sin caer en una escenografía. Para eso combinamos materiales contemporáneos, elementos recuperados y soluciones actuales
Ahora, en el área del comedor hay una mesa enchapada en roble natural (arq. Alejo Petrucci), sillas ‘Tolix’ en azul petróleo (De Sillas) y lámpara galponera.
"Refuncionalizamos la cocina por completo. Pusimos anafe eléctrico con extractor empotrado, heladera bajomesada, y horno y lavarropas panelables".
Las paredes y el cielo raso se pintaron con látex satinado gris oscuro, que le da al sector profundidad y un acento diferente. La unión entre los dos colores de pintura queda oculta gracias a la moldura.
El dormitorio fue el mayor desafío: lo diseñamos al milímetro en lo que era el despacho y le hicimos un mueble de guardado liviano para no sobrecargar visualmente el espacio
Detrás de la cama se repite el mismo color lavanda del resto del cuarto. Las tablas de madera hacen pensar en los viejos elásticos, un efecto genial que a la noche se refuerza con una cinta de luces led. El revestimiento es de madera de kiri y melamina de roble natural (Tooco), los artefactos de bronce cepillado tienen pantalla metálica (Mercado Libre) y se sumó un mueble con estructura de tubo y estantes (Alejo Petrucci).
En el baño, los apliques que imitan a los vintage combinan vidrio opalino y bronce cepillado, mientras que el banco de apoyo se hizo con el mármol de la vieja mesada de cocina. "Mantuvimos los artefactos y accesorios de porcelana esmaltada –fabricados en Nueva York en los 30–, les pusimos grifería nueva", detalla Petrucci.
Sobre avenida Corrientes, a pocas cuadras del Obelisco, tienen enfrente el edificio Safico. Cuando se construyó era el edificio de viviendas más alto de la ciudad.
"El centro porteño es una de las zonas arquitectónicamente más ricas de la ciudad: acá estamos rodeados de los grandes rascacielos art déco y racionalistas de los años 30".
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