Épico. En la nieve, armaron una increíble sorpresa para sus 21 perros rescatados
LA NACION
No hay duda alguna. La pasión de Chris y Mariesa Hughes es ayudar y rescatar perros abandonados, en situación de calle o maltratados. Y los números lo comprueban: hasta ahora, y con mucho esfuerzo y dedicación, han logrado salvar a más de 500 perros. Actualmente 21 conviven con ellos, tienen entre 18 semanas y 21 años y todos son miembros muy queridos y valorados en la gran familia que conforman.
"Todos son únicos, pero lo novedoso es que se llevan bien como una gran familia feliz", dijo Chris Hughes. "Son independientes, traviesos, fuertes, cariñosos, leales y locos. Muchos de ellos tienen sus propios preferidos dentro de la multitud. Por ejemplo, Stig y Quinn siempre juegan juntos y Phil y Mercury son inseparables ".
Desde luego, asegurarse de cuidar, alimentar y atender las necesidades de 21 animales puede ser complicado. Y, aunque la familia cuenta con un amplio jardín en la casa donde viven, recientemente cuando nevó mucho, la pareja supo que necesitaban idear alguna estrategia para que los perros pudieran estar al aire libre.
"Esa mañana, cuando nos despertamos, quedé absolutamente sorprendido. Siempre viví en ciudades que registran grandes cantidades de nieve, pero nunca había visto caer tanta nieve en tan poco tiempo. Y entonces me di cuenta que necesitábamos encontrar una manera de permitir que los perros al menos salieran para hacer sus cosas y desahogarse un poco".
Hughes salió para comenzar a limpiar un área para que la usaran los perros, y mientras trabajaba, de repente tuvo la mejor idea. "Había comenzado a despejar una pequeña zona para ellos, pero luego me dejé llevar y dos horas después, tenía armado un laberinto", dijo Hughes. Por supuesto, a todos los perros les encantó.
"Todos los grandes corren por el laberinto como si fuera un gran juego. Es bueno para ellos poder salir y explorar todavía, ¡creo que voy a esconder algunos juguetes para que los encuentren!".
El laberinto fue una excelente manera para que los perros aún pudieran correr y jugar a pesar de la nieve, y fue solo otra forma en que sus padres pudieron mostrarle a su enorme familia rescatada cuánto la aman.
Aunque el laberinto ya es bastante amplio, Hughes tiene planes de seguir expandiéndose y no hay duda de que a los perros les seguirá encantando explorarlo a medida que crece. "Voy a hacer algunos caminos más, ya que no hay deshielo a la vista, tal vez trataré de excavar algunos túneles", dijo Hughes entusiasmado.
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