Es el anfitrión de un hotel boutique y le dejaron una generosa propina por un servicio especial: “La huésped se enamoró de Gucci”

Jimena Barrionuevo

PARA LA NACION

Corría mayo de 2018 cuando apareció en la puerta del hotel boutique que las belgas Karin y Nerjis Dhadamus tienen en la zona de Balvanera, en la ciudad de Buenos Aires. “En ese entonces ya teníamos una gata en casa, llamada Leonie. Pero mi mamá decidió llevar a ese simpático gatito de pelaje blanco y negro adentro para alimentarlo y darle refugio. Al día siguiente, comenzamos a buscar a sus responsables en diferentes páginas, pero nunca aparecieron. Así que, después de una semana, decidimos adoptarlo. Al principio, Leonie tuvo mucha dificultad con la llegada de Gucci, pero con los días se acostumbró y empezaron a llevarse bien”, recuerda Nerjis.

2018 había sido un año de muchos cambios para las Dhadamus. Pocos meses atrás se habían despedido del perro que las había acompañado por casi 17 años y que había viajado con ellas a la Argentina desde Bélgica. Por eso de inmediato le abrieron las puertas del hotel a Gucci, para que no tuviera que sufrir la soledad de la calle.

“Tardamos como una semana en ponerle nombre”

“Tardamos como una semana o más en ponerle un nombre. Queríamos uno que combinara con el de nuestra otra gata, Leonie, y que fuera fácil de pronunciar en diferentes idiomas, tanto para los huéspedes como para mi mamá y yo, que hablamos holandés entre nosotras. Uno de los nombres que consideramos en un momento fue Señor, pero no terminó de convencernos. Un día, simplemente se nos ocurrió un nombre con estilo mafioso, ya que tiene una mirada mala y seria, y así decidimos llamarlo Gucci. Nos pareció el nombre perfecto, acorde con su carácter”, dice Nerjis entre risas.

Luego de unos días de adaptación, de una visita al veterinario y de la indicación de un baño tibio para eliminar pulgas y suciedad de los días en la calle, Gucci estuvo listo para empezar su nueva vida. Aunque no es algo que suceda con frecuencia, en el caso de los gatos “si un baño es necesario por razones médicas, siempre debe ser realizado bajo criterio profesional, teniendo en cuenta el bienestar emocional del gato”, explica Carlos Vázquez, veterinario de Purina (MP 8192).

“Conocidos por su meticulosa higiene personal, que realizan a través de un proceso de autolimpieza, los felinos utilizan su lengua áspera, cubierta de diminutas espinas llamadas papilas, para peinar y limpiar su pelaje. Esta acción no solo elimina la suciedad y los parásitos, sino que también distribuye aceites naturales producidos por la piel, manteniendo el pelaje suave y brillante. Además, el acto de lamerse tiene un efecto calmante y puede ayudarlos a reducir el estrés. Es un comportamiento instintivo que aprenden desde temprana edad observando a sus madres. Gracias a esta práctica, suelen mantener una apariencia limpia sin necesidad de bañarse con agua”, detalla el experto.

“Tiene un carácter mágico”

Desde el primer día Gucci demostró ser un gato especial. “Tiene un carácter mágico. Es muy amable y sociable. A diferencia de la mayoría de los gatos, a él le encanta estar con la gente y recibir mimos. Antes de tener gatos en casa, mi mamá no era una fan de los gatos, pero con su llegada se convirtió en una verdadera señora de los gatos. Cuando llegan nuevos huéspedes al hotel, Gucci se pone delante de las habitaciones esperando que lo dejen entrar y le den mimos”, reconoce Nerjis con orgullo.

Gucci es un gato muy tranquilo y probablemente uno de los más relajados que hayan conocido las dueñas del hotel, que tienen experiencia en rescate de gatos y perros. Gucci duerme la mayor parte del día. Por las mañanas, luego del desayuno Gucci pasea por todo el hotel en busca de los huéspedes para recibir mimos y más atención. Por el resto del día, duerme, juega con los demás gatitos del hotel (sus hermanos Dolce, Leonie y Gabbana) y pide comida deslizando los comederos por el piso. Por la noche, agarra uno de sus peluches (que le fascinan) y pasea con el juguete en la boca hasta cansarse y dormirse hasta el día siguiente.

“Todos los huéspedes se enamoran de Gucci y saben de antemano que lo van a encontrar en el hotel. Los gatitos que viven con nosotros aparecen en las fotos en la página del hotel, en Instagram y en los motores de reserva. A los niños que visitan el lugar les encanta el hecho de que haya gatos en el edificio y aún más que Gucci sea un gato que se deja agarrar y recibir mimos. A los turistas la presencia de los gatos les da un sentimiento de estar en casa lejos de casa. Hotel Marcel de Buenos Aires no busca ser como los grandes hoteles; al contrario, buscamos ser un hotel donde uno se puede sentir en casa, con un servicio personalizado y donde los gatos contribuyen a esa atmósfera acogedora y familiar”.

“Pensamos que le iban a dejar una lata de atún pero nos sorprendimos”

Desde luego, Karin y Nerjis estaban al tanto de los encantos de Gucci. Pero una mañana se sorprendieron cuando, luego de haber pasado una semana en el hotel, una mujer hizo el check-out y anunció que dejaría algo para el gato. “Continuaba su viaje por el resto de Argentina y pidió dejar unas valijas en el hotel para venir a buscarlas al final del recorrido. Antes de regresar, avisó que iba a dejar algo para Gucci, que durante su estancia había dormido todas las siestas con ella. Con mi mamá pensamos que iba a dejar un par de juguetes o atún para Gucci, algo que hacen varios huéspedes que también quedaron enamorados de él. Pero, para nuestra sorpresa, fue una generosa propina de 100 dólares”.

Rápidamente, el video que muestra a Karin abriendo el sobre con la propina para Gucci se hizo viral en las redes sociales.

“Gucci es especial en todo su ser: su personalidad, su forma de mirar y cómo tira los comederos por el piso pidiendo comida. Es un gato que irradia una energía relajante y simplemente una buena vibra. No hay muchos gatos que se dejen agarrar y dar mimos, y eso es lo que lo hace especial. No es solo un gato, sino un miembro más de la familia. Su presencia ha sido un apoyo emocional para nosotras y nuestros huéspedes, mostrándonos el impacto positivo que los animales pueden tener en nuestras vidas”.

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