Galileo Galilei vs. la Iglesia: cuál fue el conflicto que los tuvo enfrentados

El 22 de junio de 1633 es una de las fechas más destacadas en la historia de la ciencia y la religión, porque ese día Galileo Galilei recibió la sentencia de la Inquisición de la Iglesia Católica. Fue condenado a prisión perpetua y obligado a abandonar sus ideas: la más importante consistía en que la Tierra orbitaba alrededor del Sol y no al revés.

En un plano más general, esta efeméride pasaría a la posteridad como punto cúlmine de un conflicto que existía desde un par de décadas antes de la condena y que seguiría hasta después de la muerte del científico en 1642.

La importancia de las ideas de Galileo Galilei para la ciencia moderna

Al igual que otras de las figuras del Renacimiento, entre ellas Leonardo da Vinci, Galileo Galilei se caracterizó por la gran variedad de temas y objetos de estudio a los que le dedicó la vida.

Nacido en la región de Toscana en 1564, supo ser físico, filósofo, ingeniero, matemático y astrónomo, entre otras cosas. Al mismo tiempo, realizó estudios en medicina y se interesó por artes como la música, la pintura y la literatura.

A Galilei se lo conoce como el “padre de la ciencia moderna”. Esto se debe a que revolucionó el método científico, proponiendo uno distinto al que se mantenía vigente desde los tiempos de Aristóteles.

En cuanto a sus logros como científico, mejoró el telescopio y realizó estudios acerca de la caída de los cuerpos que resultarían sumamente útiles para Isaac Newton.

Hacia enero de 1610, observó los primeros satélites de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. La importancia de este descubrimiento fue tal que, hasta el día de hoy, siguen siendo conocidos como “satélites galileanos”.

Galileo Galilei y la condena que recibió de la Iglesia Católica

La observación de estos satélites, sumada a la de otros cuerpos celestes como es el caso de la Luna, motivó a Galilei a que profundizara aún más en las ideas de Nicolás Copérnico, responsable de la teoría heliocéntrica que propone que el sol es el centro del sistema solar y que los demás cuerpos orbitan alrededor de éste.

Esto generó el malestar de la Iglesia Católica y de la Inquisición, dado que se ponía en duda la idea de que la Tierra, y por lo tanto el hombre, era el centro del universo.

En línea con esto, también hay que decir que Galileo Galilei debía hacer frente a las duras acusaciones que recibía por parte de quienes defendían la validez del método científico aristotélico y de los científicos convencidos en la legitimidad del modelo geocéntrico de Ptolomeo.

Como prueba de que el conflicto entre Galileo y la Iglesia es mucho anterior a la condena de 1633, basta con recordar que en 1616 el papa Paulo V censuró las teorías copernicanas, lo cual afectó seriamente al pensador de Toscana.

Con el paso de los años, las tensiones irían creciendo cada vez más hasta llegar a su punto máximo a comienzos de la década de 1630.

Todo parece indicar que el detonante fue la publicación del ensayo “Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo”. La Inquisición consideró que las ideas expresadas en este libro eran una herejía, por lo que Galileo fue citado a comparecer frente al papa Urbano VIII.

Ante la incapacidad de dictar una condena basada en pruebas que demostraran la invalidez de las ideas, Galileo fue obligado a confesar, con amenazas de tortura en caso de no hacerlo y promesas de trato diferenciado en su opuesto.

Luego de confesar, Galileo fue condenado el 21 de junio de 1633 y recibió la sentencia al día siguiente. Al abjurar de sus ideas, el papa permitió que la prisión perpetua la cumpliera de forma domiciliaria.

Galilei falleció en 1642 y transcurridos 350 años, en el año 1992, la Iglesia Católica encabezada entonces por Juan Pablo II, le rindió homenaje y finalmente reconoció su inocencia.