La hija y asesora del presidente de Estados Unidos Donald Trump hizo una visita de dos días a Adís Adeba, capital de Etiopía –donde fue recibida por la embajadora norteamericana ante la Unión Africana, Mary Beth Leonard, y por el embajador de Estados Unidos en el país Michael Raynor–, con una agenda enfocada en la inclusión económica de las mujeres africanas y su empoderamiento. Ivanka (37), consciente de la polémica que despertaron los looks de Melania Trump durante su estadía en Etiopía en 2018, eligió un estilismo discreto para toda la gira y lo dejó claro desde el mismo momento en el que pisó suelo africano vestida con pantalones negros, camisa blanca y un trench. "Acabo de aterrizar en Adís Adeba, la capital diplomática de África", escribió Ivanka en su cuenta de Twitter. Y, tras su primera actividad en el país, una reunión con empresarias de la industria cafetera en la que lució otro outfit de bajo impacto –un chemise de algodón y balerinas–, las definió como "inspiradoras".
Tras el encuentro, ella y su delegación participaron de una ceremonia tradicional de café –Etiopía es uno de los mayores productores del mundo–, en la que la hija del mandatario estadounidense comprometió su apoyo a las mejoras de las oportunidades de las mujeres para que monten negocios en Etiopía y anunció el otorgamiento de créditos. Después, Ivanka mantuvo reuniones con representantes de la ONU y la Unión Africana y se encontró con Sahle-Work Zewde, la presidenta de Etiopía (es la primera mujer en ocupar ese cargo), en el Palacio Presidencial. Por último, y vestida de riguroso negro, visitó la iglesia de la Santísima Trinidad, donde entregó una ofrenda floral en memoria de las víctimas del accidente del avión de Ethiopian Airlines el pasado 10 de marzo (murieron 157 personas).
Cuando las mujeres tienen el poder fomentan la paz y la estabilidad. Así que para la fortaleza de las naciones el empoderamiento femenino es absolutamente necesario
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