Mi título de influencer

Yo te llevo, estás en el sector de las influencers", me dijo la relacionista pública al llegar a un desfile durante el New York Fashion Week. Supongo que no hay más vuelta que darle, ese es mi nuevo título. Un término bastante nuevo y amorfo, que por momentos me incomoda, y otros me fascina.

Perdida en el afán cultural de una carrera tradicional, a veces veo pocos logros en mi vida profesional, pero momentos como estos, donde me sientan en un evento al lado de los periodistas más importantes del mundo en mi rubro, me ayudan a comprender que, como dijo la poeta Maya Angelou: "El éxito es gustarte, que te guste lo que hacés, y que te guste cómo lo hacés".

Gracias al camino que tomé, tuve la oportunidad de hacer una gran cantidad de cosas que jamás hubiera adivinado que me gustarían.

Diseñadora gráfica de formación académica, y con más de diez años como directora de arte en agencias de publicidad, nunca me pude conformar con las lineales salidas laborales que el sistema me ofrecía. Adaptándome a los tiempos que vivimos, y desarrollando una determinada imagen en las redes sociales, pude corroborar que existe un nicho con tantas oportunidades como usuarios.

Esta multifacética etiqueta me dio la libertad de conseguir lo que siempre quise: una vida de constantes aventuras que me permiten conocer distintos mundos y aprender de todos ellos. Habiendo trabajado como diseñadora gráfica, directora creativa, diseñadora de accesorios, productora, conductora, editora, blogger, consultora de moda y de hotelería, actriz, estilista, fotógrafa, periodista, modelo, community manager, directora de marketing, y hasta empresaria, puedo decir que los tiempos han cambiado y hoy más que nunca, está en uno escribir su propia historia.

Mark Twain dijo: "Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el puerto seguro... Atrapa los vientos en tus velas... Explora... Sueña... Descubre".

Quizás algún día elija un solo camino, mientras tanto, tengo la suerte de poder vivir de mis varios trabajos.