Nieve, montañas, viñedos y costa: el interior espera una buena temporada
"El plan de las vacaciones de invierno pasadas fue Chile: parte paseo, parte compras. Pero con un dólar que va y viene por arriba de los 28 o 29 pesos, eso es impensable", dice Javier Barrios, comerciante de 42 años, que este año planea conocer las Cataratas de Iguazú junto con su familia.
Ese cambio de planes entre quienes venían pensando en subirse al avión para visitar tierras más o menos lejanas se refleja claramente en las búsquedas de alojamiento de Booking.com, donde se observa un aumento de las reservas dentro de la Argentina: "Hasta mediados de mayo, solo 4 de cada 10 destinos reservados para las vacaciones de invierno eran nacionales. Pero impactado por el aumento del dólar, hoy 8 de cada 10 reservas son nacionales", precisa Maximiliano Alfaro, country manager de Booking.com para la Argentina.
En esa plataforma, el top five de destinos nacionales está conformado por la ciudad de Buenos Aires, San Carlos de Bariloche, Salta, Puerto Iguazú y Mendoza. "Más cerca de la fecha es habitual que se sumen destinos menos tradicionales para invierno, pero cercanos y accesibles, como Villa Carlos Paz, Córdoba o Mar del Plata".
El ranking de pasajes de avión de Despegar.com parece casi calcado: Buenos Aires, Puerto Iguazú, Bariloche, Salta, Mar del Plata y Mendoza se encuentran (en ese orden) en los primeros puestos. Es que todas las voces del rubro turismo coinciden en reflejar esta tendencia. "En el último mes, las consultas para los destinos locales aumentaron entre 25 y 35%", confirma por su parte Sebastián Attadia, gerente de Alianzas & Rewards de TTS Viajes, y agrega: "Salta, Jujuy, Iguazú, Bariloche y Mendoza son algunos de los más buscados. Además, los centros de esquí locales están saliendo más que los de Chile por el tema del dólar".
Ante un panorama de creciente inestabilidad económica, Lucas Nikitczuk decidió adelantar sus vacaciones de invierno en la nieve: "Con mis amigos teníamos pensado ir más adelante, pero tomando en cuenta que había nieve en el sur y que se estaba yendo todo al demonio decidimos sacar pasajes ahora antes de que suban y nos fuimos el viernes [anterior], que justo había abierto el centro de esquí del cerro Castor", cuenta Lucas, emprendedor del mundo del diseño de 33 años, a pocos días de haber vuelto de un fin de semana en la nieve.
Alta ocupación
"Nuestro sitio tiene mucha demanda de búsquedas de pasajes al exterior, pero en estos días vimos cómo la balanza se inclinó un poco más en favor de lo local –coincide Julián Gurfinkel, cofundador de Turismocity–. La gente que decidió viajar afuera para las vacaciones de invierno lo hizo antes de que el dólar subiera, porque la mayoría de estos viajes se planifican con 130 días de anticipación. A veces más, 200 días".
Pero incluso para quienes planificaron con tiempo sus vacaciones en el exterior, la actual relación dólar-peso (y su volatilidad) plantea un dolor de cabeza. "Hace meses que tengo pagado un alquiler en Punta del Este para estas vacaciones y si no lo di de baja, aun perdiendo la plata gastada, es porque vamos con otras familias con las que ya nos comprometimos", se lamenta Adriana Canale, de 38 años, que sabe que deberá afrontar un gasto mayor que el pensado originalmente para estos días de descanso.
"En el colegio de los chicos, hay varios que habían sacado pasajes y reservas para ir a Disney en estas vacaciones, y ahora con el dólar por las nubes están bastante preocupados por lo que les va a terminar saliendo", agrega Marina, de 46 años, que proyectó junto con su familia unas vacaciones 100% locales, que los llevarán por la estancia La Matilde, en San Javier (Córdoba); el Rosell Boher Lodge, en Alto Agrelo (Mendoza), y unos días de esquí en Las Leñas. Sus últimas vacaciones fueron en Punta del Este: "Creo que con el cambio actual uno piensa un poco más a dónde ir", afirma.
"Para esta temporada invernal la ocupación es muy alta. Sin ir más lejos, en este momento estamos al 100%. Todavía contamos con algunas fechas y habitaciones para el mes de julio, pero diría que no bajamos del 80% en promedio y muy posiblemente alcancemos el 100% durante el período de vacaciones", afirma Alejandra Gil Posleman, a cargo de Rosell Boher Lodge, alojamiento de lujo levantado al pie de la cordillera, dentro de un viñedo de 40 hectáreas. "Nosotros siempre recibimos turistas extranjeros y argentinos, pero en los últimos dos meses tanto las consultas como las reservas nacionales se han incrementado notablemente", agregó Alejandra.
Los altos niveles de ocupación previstos para estas vacaciones de invierno alcanzan a destinos locales tradicionales y no tanto. Algunos centros turísticos tan distintos entre sí como Tilcara, en Jujuy; los Esteros del Iberá, en Corrientes y Puerto Madryn, en Chubut, se prepararan para recibir uno de los mejores inviernos de la última década. En algunos casos, hay hoteles, posadas y lodges que ya no tienen más disponibilidad para la fecha, y que se ocupan de ofrecer a los turistas otro alojamiento similar para disfrutar del destino durante esas dos semanas de receso escolar, que en gran parte del país comienza el próximo 16 de julio.
"Nosotros tenemos durante julio un objetivo mensual de llegar a un 50% de ocupación, y creo que este año lo superaremos. Venimos muy bien con las reservas", comenta Marianela Fracchia, gerenta del hotel Dazzler de Puerto Madryn, ubicado frente a la costanera, desde cuyas ventanas es posible ver las ballenas que visitan estas costas.
En Mar del Plata, por estos días se baraja alcanzar la cifra de 400.000 visitantes durante la segunda mitad de este mes, con lo que se superaría en casi un 10% los registros de las últimas vacaciones de invierno. Esas expectativas se extienden a otros destinos bonaerenses: Alejandro Bonadeo, secretario de Turismo de Tandil, confirma que están percibiendo buen interés de quienes esperan pasar unos días en estas sierras, ricas en propuestas gastronómicas, paseos y servicios recreativos. "Los destinos de la provincia nos vamos a ver beneficiados con este contexto [relación dólar-peso]", asegura Gustavo Hani, presidente de la Cámara de Turismo de la Provincia de Buenos Aires.
Con la colaboración de Soledad Vallejos y Darío Palavecino