Polémica. El debate sobre Fabián Gutiérrez que encendió las redes
Si había un episodio que podía ser tomado, amplificado y tensado entre dos posiciones distintas en las redes sociales, ese era el asesinato de Fabián Gutiérrez, exsecretario privado de Cristina Kirchner y testimoniante en la causa de los cuadernos.
Más allá de las características policiales del caso, el hecho tenía todos los condimentos para una escalada de acusaciones cruzadas y resentimiento creciente. Pocas veces las redes --y en especial Twitter—reflejaron no un microclima particular sino un estado de cosas en la discusión pública argentina.
El comunicado de Juntos por el Cambio (obviamente difundido por las redes) era bastante moderado y terminaba con un párrafo que se atajaba de todo tipo de utilización de una muerte. Sin embargo, en paralelo y contrastando con esa mesura, crecía un hashtag menos prudente: #CristinaAsesina.
UN CRIMEN DE EXTREMA GRAVEDAD INSTITUCIONALMensaje de nuestra coalición sobre el asesinato de Fabián Gutiérrez. [R] pic.twitter.com/mSCOmkg0b8&— JxC Juntos por el Cambio (@juntoscambioar) July 4, 2020
[R]No aciertan con la economía[R]No aciertan con las relaciones internacionales[R]No aciertan con los bonistas Pero con las balas son infalibles#CristinaAsesina&— Trompeta[R] (@_Trompeta) July 4, 2020
No se olviden de Alberto Nisman. No se olviden de Iván Heyn. No se olviden de Vittorio Gotti. No se olviden de Aldo Ducler. No se olviden de Christian Zabala. No se olviden de Fabian Gutiérrez.#CristinaAsesina&— La Vaca Loca [R] (@LaVacaLoca18) July 4, 2020
El perokirchnerismo en el poder, con la velocidad de reflejos del Pato Fillol para victimizarse, mezcló ambas cosas y salió a denunciar a la oposición muy duramente. El hilo del Jefe de Gabinete en Twitter fue el punto de partida de la discusión sobre el documento:
Estamos convencidos que no es momento para sembrar falsas divisiones entre los argentinos y argentinas. El odio afecta la convivencia democrática y sólo nos paraliza impidiéndonos avanzar.&— Santiago Cafiero (@SantiCafiero) July 5, 2020
De ahí en más la contienda no hizo más que espiralar, como suele suceder en las redes sociales. Para los partidarios del gobierno, la oposición había cometido un acto de bajeza incalculable al aprovechar políticamente un hecho policial.
Yo entiendo que los macristas necesiten creer que Cristina es un monstruo que asesina gente en las sombras, pero sólo es una líder política que se aburrió de ganarles elecciones, hay que aprender a soltar.&— Dam [R]?[R] (@DamAguirreOk) July 4, 2020
Con ésta oposición es imposible dialogar..No podemos permitir que sigan agrediendo gratuitamente a Cristina. No leo ni escucho a casi ningún dip, senador, funcionario, intendente, gobernador del frente de todos que haya salido a repudiar q tilden de asesina a la vicepresidenta pic.twitter.com/fa9LNKNDYu&— Julián [R][R][R][R] (@July760821) July 4, 2020
Cómo podemos creer que JxC está comprometido en serio con la República y la democracia después del documento sobre el crimen de Fabian Gutierrez?No hay posibilidad de convivencia democrática cuando la dirigencia sin prueba ni fundamento siembra sospechas semejantes.&— Ricardo Alfonsín (@RICALFONSIN) July 5, 2020
Fabián Gutiérrez dejó de trabajar con @CFKArgentina en 2010 y hoy los medios y oposición lo ligan directamente a la vicepresidenta. Darío Nieto y Martinengo trabajaron con Macri hasta ayer y lo despegan. Las bonanzas de pertenecer al poder real.&— Felicitas Bonavitta (@FelicitasBV) July 4, 2020
Los antik, por su parte, resaltaron la moderación del comunicado
SíntesisLa oposición: nosotros no acusamos a nadie. Pedimos que la investigación pase al fuero federal. La fiscal Mercado (sobrina de CFK) no puede seguir a cargo del caso. Respuesta del gobierno: nosotros no mandamos a matar gente, canallas. Tienen odio&— Guido R. (@gildorossi) July 6, 2020
El comunicado de ayer de JxC dice básicamente tres cosas: 1) Es un crimen grave, con repercusiones institucionales, 2) No nos apuremos a decir qué pasó, 3) Pedir que no lo investigue la sobrina de Cristina. Me parece que está bastante dentro del fair play político.&— Hernanii. (@HernaniiBA) July 6, 2020
Otros prefirieron recordar que los que se lamentaban de la utilización política de una tragedia habían acudido a ese recurso no hace demasiado tiempo y de manera intensa.
Hicieron 12 marchas por Santiago Maldonado, 1 documental, 1 misa con CFK en plena campaña electoral, instalaron durante meses el hashtag #FueraBullrich, y te quisieron hacer creer que lo desapareció Macri. Y ahora dicen que no hay que hacer política con los muertos. CARADURAS.&— EL ANTI OPERETA (@ChauOperetaK) July 6, 2020
Como decía Schopenhauer de las naciones: "Cada una se ríe de las otras, y todas tienen razón". La visión de tipo House of Cards que imagina a la expresidenta levantando un teléfono y mandando a ejecutar a alguien tienen más componente de expresión de deseos que de realidad. Satisface solamente los espíritus que apuestan a "piensa lo peor y acertarás".
Al mismo tiempo, el asesinato de Gutiérrez vuelve a traer al centro de la escena a Santa Cruz y al Calafate como las sedes de negocios turbios y enriquecimientos obscenos, imposibles de justificar. De pronto, ese pequeño Macondo provincial donde la fiscal encargada de las investigaciones es sobrina de la vicepresidenta e hija de la gobernadora, ese territorio sombrío y endogámico, ocupa un lugar central en el mapa de nuestros intereses.
La figura de Gutiérrez, como hombre de la provincia de Santa Cruz y ladero del matrimonio presidencial, resume mucho de los acontecimientos más oscuros de sus respectivas gestiones, provinciales y nacionales: el reparto de tierras fiscales a precio vil en el pago chico y el recorrido de bolsos con dinero en la función nacional. Un millonario imprevisto, sin haber hecho otra cosa en la vida que estar al servicio personal de Nestor y Cristina Kirchner, puesto en riesgo por su propio enriquecimiento personal. En la medida en que la investigación policial se aparte de una ya improbable causa "pasional" y se acerque al móvil económico, la política estará presente, ya que ese dinero tiene un origen político delictual. Y siempre que la política esté presente, una parte de la batalla se dirimirá en las redes.