
Después de unas vacaciones familiares en la isla Mustique, el príncipe William (37), Kate Middleton (37) y sus hijos Charles (6), Charlotte (4) y Louis (1) regresaron a Inglaterra para cumplir con uno de los eventos solidarios más esperados. Se trata de la King’s Cup, la regata –cuya historia se remonta a 1920– en la que los duques de Cambridge se vuelven rivales por un día. La tradicional regata tuvo lugar el jueves 8 en la isla de Wight, y allí dijo presente la familia real. Bajo la atenta mirada de sus hijos mayores, George y Charlotte, Kate capitaneó la embarcación que representa a la Royal Foundation, mientras que su marido timoneó el velero de Child Bereavement UK.



Fueron ocho los equipos que corrieron en la clase Fast-40 y así participaron de esta competencia abierta al público, en la que la recaudación se destina a distintas entidades benéficas. A pesar de que ni Kate ni William alcanzaron el primer puesto, sus herederos volvieron a conquistar el corazón de la gente: George se ganó todos los aplausos por su look marinero, que incluyó la gorra de capitán, y Charlotte, lengua afuera, hizo reír a sus admiradores con sus gestos de "bucanera" desafiante.




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