Es uno de los pilares sobre los que se sostienen las monarquías. Hablamos de la etiqueta, ese código de conducta que marca cómo deben comportarse los miembros de las familias reales y quienes están en contacto con ellos. Un idioma en sí mismo, la etiqueta es también ese arte que separa a reyes y reinas, príncipes y princesas del resto de los mortales al conferirles un aire de grandeza.
Máxima (48) conoce la importancia de los símbolos y sabe muy bien cómo guardar luto en jornadas conmemorativas, como el Día Nacional del Recuerdo (se lleva a cabo todos los 4 de mayo, en honor a quienes murieron en la búsqueda de la paz desde la Segunda Guerra Mundial en adelante). Eso sí: se permite un único gesto de moda en estos acontecimientos. A diferencia de la reina Isabel II, que siempre usa el mismo modelo de sombrero, Su Majestad varía entre distintas tipologías, para dejar en claro que es una fashionista de ley.
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