Rescate capilar. Claves para desandar tinturas y cortes home made
Y un día nos encontramos comprando tijera profesional, agua oxigenada de veinte, pincel y pomo de tintura que no tenemos idea cómo mezclar; ni siquiera dónde preparar el cóctel. Manoteamos bowl de cerámica del juego japonés, batimos un poco y nos encomendamos a San Martín de Porres, el santo de los peluqueros. La cuarentena lo hizo: incendió melenas, instaló raros peinados nuevos y generó extravagancias caseras, todo con el objetivo de conservar un pelo más o menos digno.
Conductoras de televisión con el flequillo a todo frizz. En la calle, desfile de mujeres con barbijo, rodete flojo con mechas caídas para disimular canas de patilla y coronilla. Consejos de abuela, aerosoles para tapar raíces que dejan textura de chocotorta. Mientras tanto, Marcela Tinayre cuenta en programa matutino que en época de confinamiento, además de acomodar biblioteca compulsivamente, se dedica mucho al cabello, haciéndose baños de mayonesa.
"Ha sucedido de todo, y esto no sólo es un tema de mujeres. Tengo clientes varones que se pasaron la maquinita pésimamente, generando baches horribles. Algunos, incluso, se animaron a teñirse. En general compran la tintura del súper para taparse las canas y el resultado es el color del Bambino Veira en los noventa. Ese tono conocido como la carmela. Después están los más relajados que se dedicaron al home office y Netflix, todo puertas adentro, por lo tanto optaron por un look vikingo: mucho pelo y mucha barba. Relajaron más de cien días, así que ahora vuelven al salón con otra cabeza, desde ya, y muchas ganas de reinventarse", cuenta Gabriel León, director de B Side Hair.
Olivia Fernández, que es especialista en color, se ríe con esto de que todos fuimos peluqueros en cuarentena. "Hacerse mechas en casa es, literalmente, jugar con fuego. Ahora tengo que lidiar con reflejos caseros que no llegaron a un fondo de aclarado y unas bases tremendas, como oxidadas. Y no es chiste: arreglar un color mal hecho, encima sostenido en el tiempo, lleva horas de trabajo, mucha técnica y dinero. El pelo es el marco de la cara. Muchas mujeres que tal vez no son tan espectaculares se ven así gracias a una melena alucinante que cuidan como un tesoro. Bueno, nosotros se la cuidamos...pero en estos meses fue imposible. No hay tutorial ni videollamada que reemplace un seguimiento profesional".
La asesora de imagen Matilda Blanco confiesa que se cortó el flequillo como pudo, pero considera que todo lo que se hace por vernos mejor es válido. "Me refiero a que no quedaba otra y que el intento autodidacta por sentirnos bien, en medio de una situación tan extrema, ya es todo un buen augurio. Algunas mujeres se abandonaron, y eso es lo malo. Cruzarse con el espejo y no querer verse es algo que no debería suceder. A mí me gustó el manos a la obra, el dedicar un rato a una misma. Por suerte ahora volvieron las peluquerías. Por ellos, que van a tener trabajo de nuevo. Y por nosotros, que al fin podremos arreglar nuestros desastres. La verdad es que vi de todo: rulos incontenidos, pelos largos como si hubieran hecho una promesa, crecimientos terribles. Pero no importa. Todo esto nos tiene que dejar una enseñanza, que es aprender a darnos maña para estar mejor con nosotras mismas".
Productos estrella
En tiempos donde las mujeres no gastan en accesorios de lujo y el uniforme home wear también sale a la calle, invertir en algún elixir mágico es opción. ¿Existen productos que reparen en casa los desastres cometidos? Leandro Gianelli, importador oficial de Moroccanoil para Argentina, asegura que sí y parece que la palabra clave es argán. Se trata de un fruto que ellos pusieron de moda, proveniente de un árbol espinoso gigante, que vive unos 200 años y es típico de Marruecos. "Nuestra marca es pionera en productos de belleza a base de aceite de argán. El tratamiento restaura el cabello maltratado por los químicos y aporta vitaminas. La magia consiste en que elimina el frizz, aumenta la elasticidad y asegura un brillo impresionante. Toda nuestra línea, que es súper extensa, tiene la bendición de este aceite, que realmente cambia el pelo para siempre".
En Alfaparf desarrollaron una aplicación para aconsejar a las clientas sobre sus necesidades y tipo de pelo. "Se puede acceder a la compra online a través de nuestro store. Así se evita el traspaso de manos y además se da con el producto ideal. Las mujeres terminan sabiendo que no todos los cabellos deben lavarse con la misma frecuencia, que el champú y el acondicionador son claves, y que este último hay que aplicarlo únicamente de la mitad a las puntas. Parece una obviedad, pero hay gente que jamás se lavaba en su casa, que tenía un ritual intenso de peluquería. Y bueno, con la pandemia tuvieron que arreglarse solas. Entre otras cosas les enseñamos que hay productos para "desamarillar" rubios vulgares, otros que aportan lípidos en pelos secos y que para tener rulos increíbles es clave la nutrición con ampollas. De todas formas el desafío será recuperar el color. Las mujeres que tenían mechas y se pasaron un tono, seguramente quedarán tricolor. Y eso no se soluciona en un día. Arreglar ese tipo de cosas será una tarea de varios meses porque todo es tiempo y técnica", explica Roberto Cangiano, jefe técnico del grupo de origen italiano.
Las famosas no fueron la excepción, y también desesperaron. Algunas se calzaron guantes para retocar raíces o se pasearon orondas con turbantes cargados de máscaras, aceites y otros tesoros. El que sabe de esto es Nacho López Fagalde, embajador de Kerastase, chico de moda y elegido por muchas celebridades. Nada mejor que su ojo-el que decide sobre las melenas de Celeste Cid, Natalia Oreiro, Brenda Gandini o Marcela Kloosterboer- para describir este momento caótico donde todas quieren recuperar su cabeza. "La realidad es que para revertir el daño hecho en cuarentena hay que hacer un seguimiento y diagnosticar. Es como ir al médico después de este paráte inmenso. En lo personal, yo no soy dramático y pienso que siempre hay soluciones. Si se hicieron un tijeretazo errado se probará con un nuevo corte. El color llevará su tiempo pero lo mismo. Por otra parte considero que es clave hablar con el estilista y preguntarle qué se puede hacer desde casa, cómo resolver una raíz con canas y demás. Porque la realidad es que no sabemos si esto se agrava y de pronto volvemos para atrás. Si llegara a pasar, prefiero que mis clientas tengan algunas herramientas y conocimiento a la hora de elegir los productos".
Con la filosofía Fagalde, casi una declaración de amor ya que no todos los estilistas comparten secretos, se confirma aquello de que "la vida no es perfecta, pero tu pelo puede serlo".
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