Reuniones de padres. Se suman al formato virtual

La virtualidad de las clases, impuesta por la cuarentena, obligó a que muchos colegios no solo sean instituciones educativas, sino también un puente entre los chicos, sus compañeros y los padres, quienes en muchos casos se ven desbordados por la situación. Por eso, muchas escuelas decidieron reunirse virtualmente con los padres. Pero este año el encuentro no solo fue para hablar de los contenidos vistos hasta el momento, sino también para tener un feedback y para contenerlos.

"Antes de realizar las reuniones con los padres, generamos encuestas a través de Google Forms donde consultamos a las familias distintos aspectos como por ejemplo su estado emocional y de salud, disponibilidad de recursos y conexión, y predisposición de los niños y niñas, utilidad de las tareas, intereses y deseos, entre otras cuestiones. Este primer sondeo nos permitió ayudar a familias en situaciones particulares, definir características de las propuestas y conocer las preocupaciones a las que debemos dar respuesta", señala María Laura García, directora del Nivel Primario en el Colegio Marista La Inmaculada.

Por su parte, Marcela Ramos, directora del Instituto Cristo Maestro, del barrio porteño de Floresta, cuenta que en su colegio realizaron dos reuniones de padres con primero y segundo grado, y una reunión de con el resto de los grados y con jardín de infantes a través de Zoom. Ramos comenta que han realizado, también a través de esta plataforma virtual, reuniones individuales con algunas familias. "En este caso la motivación fue acompañar los procesos de aprendizaje de los niños que tienen dificultades para acceder a las plataformas o hablar con los padres que no pudieron acompañar a sus hijos en las tareas. Sabemos que existen situaciones particulares y por eso les dimos diversas sugerencias", señala.

Laura Lorenzo, maestra secretaria del Instituto Cristo Maestro, explica que decidieron hacer estas reuniones virtualmente porque necesitaban comunicarse con las familias. "Queríamos conocer su situación personal. Si nos podemos reunir con los alumnos de esta manera, también podíamos hacerlo con sus padres. Es importante sostener un diálogo entre la familia y la escuela".

Agustina Alba Dios tiene 34 años, es emprendedora y madre de Micaela de 5 años y Federico de 3. Sus hijos van al Instituto Cabrini y desde que empezó la cuarentena tuvo una reunión de padres por cada uno de los chicos. Según cuenta, la idea del colegio fue contarles, en estos encuentros, cómo fue la evolución del establecimiento en materia tecnológica, el contenido que vieron con los chicos y escuchar la opinión de los padres. "Creo que en el caso de sala de 5 años la reunión fue poco constructiva porque los padres están muy descontentos pero no hablaron mucho. De parte del colegio solo hablaron de la incertidumbre y manifestaron que esperan tener a los chicos en el jardín pronto. Sí anticiparon que el año que viene se contemplará este año extraordinario para ayudarlos en la lectoescritura; y explicaron cómo seguiremos luego del receso escolar. Aunque la reunión de Fede fue similar, todos los padres hablamos y dimos nuestro punto de vista, por eso creo que fue más constructiva", resume.

Andrea Asciutto (45 años) es psicóloga y mamá de Ignacio, de 12 años, y Facundo, de 10. "Mis hijos van al colegio Marianista de Caballito. Esta institución programa, generalmente, una reunión anual con cada familia. Es una manera de conocernos con el maestro y tener un feedback de cómo van transitando ese año. Este año tuvimos, por ahora, sólo la de 7° grado", cuenta.

Asistencia casi completa

Muchas veces por cuestiones laborales los padres no pueden asistir a las reuniones del colegio, en este aspecto la tecnología, sumado al aislamiento obligatorio, permitió que la asistencia de los padres sea casi total. Según cuentan las escuelas consultadas, la concurrencia superó el 90 por ciento. "Muchos padres han podido participar aun estando en sus lugares de trabajo y en varios casos han podido asistir ambos padres. También recurrimos a la grabación de las reuniones para poder compartirlas de manera privada, a través del Classroom de cada grado y sala", revela Ramos.

Desde el Colegio Marianista La Inmaculada, también contaron con un alto porcentaje de participación. "Superó la presencia habitual. Algunas familias participaron desde el auto, desde su trabajo o, incluso, desde la sala de espera de un consultorio", dice la directora.

Más allá de estos aspectos positivos, muchos padres, docentes y directivos destacan la falta de "calidez" de esta modalidad. "Es que en situaciones de angustia es complicado contener al otro sin un gesto de afecto. Debemos animarlos a través de la palabra y con una pantalla de por medio", explica Lorenzo.

Aun así, esta experiencia no fue en vano. Muchos colegios, incluso, planean continuar realizando encuentros remotos.

"En esas reuniones queremos compartir, según lo que se determine oficialmente, cómo será el próximo período –dice García, directora del Colegio Marianista–. De hecho estamos pensando que cuando volvamos a la modalidad presencial las reuniones habituales puedan realizarse en una modalidad dual, es decir, invitando a las familias a venir a la escuela pero, abriendo un espacio digital para quienes necesiten participar a distancia puedan hacerlo", finaliza.