Tres amigos crearon un bar de vinos que compite de igual a igual con la cerveza

Sebastián A. Ríos

LA NACION

"The Wine Bar surgió hace cuatro años en Mar del Plata, con la idea de competir con las cervecerías. Por aquel aquel entonces, las cervecerías estaban en súper auge, y tratamos de hacer algo similar pero que tenga que ver con el vino. Así surgió este wine bar, con el vino como protagonista, pero con un formato parecido a una cervecería", cuenta Mariano Basso, que junto a su mujer Estefania Ramos y a su amigo Agustín Cairo (integrante de Agapornis), crearon The Wine Bar.

Desde hace unos años el mundo del vino mira con incredulidad el avance de las cervecerías artesanales que no paran de multiplicarse, y ya no solo inundando de growlers y canillas de polos gastronómicos como Palermo, sino también emergiendo en barrios donde hasta hace poco no había mucho más que pizzerías o cafés. En ese contexto, hay quienes miran al mundo de las cervecerías en busca de descubrir los secretos de su éxito. En este último grupo se cuentan los creadores de The Wine Bar: "Estudiamos el panorama local pero como vivimos un tiempo en Barcelona, de ahí también trajimos algunas ideas que aplicamos para crear The Wine Bar", agrega Mariano. Ellos abrieron el primer bar marplatense que ofrece vino por copa servido "on tap" (de grifo, directo de barril), y esta semana desembarcaron en Buenos Aires con un espacio en pleno Palermo Hollywood (Gorriti 5646).

"Clarete de Malbec, Maal Wine", "Malbec Salentein Numina", "Malbec, Séptima Confiado Ancestral", "Blend (Cab/Mal) Terrazas Apelación", "Chenin Dulce, Santa Julia", "Chardonnay E. Gascón Gran R.", "Syrah E. Gascón Gran R."... Esos son los nombres de los vinos que exhibe por estos días la pizarra de The Wine Bar, de forma similar a una cervecería. Y también así se sirven: la barra cuenta con grifos que sirven los vinos por copa.

"El formato wine on tap emplea un barril igual al de la cerveza, que nos los traen las bodegas desde Mendoza –cuenta Mariano–, Los barrilles se "pinchan" de la misma forma que los de cerveza y el vino sale por el grifo metálico. También ofrecemos vino por botella y vino servido por wine dispenser", que son las heladeras que mantienen botellas a temperatura y que sirven el vino directo a la copa.

¿El precio de una copa de Malbec servido on tap? Menos que una pinta de las cervecerías vecinas: 130 pesos. También está la opción de servir el vino de grifo en un "wine egg" –una versión moderna del tradicional pingüino–, obviamente con forma de huevo, que contiene medio litro, o en barriles de dos litros.

Peligro: cerveza

Algo que quizás espante a los puristas de la bebida nacional de las Argentina es que las pizarras (y la carta) del The Wine Bar palermitano no solo hablan de los vinos que se ofrecen por copa, sino de cervezas que también se sirven tiradas, y de aperitivos y tragos. Fernet con coca incluido... e incluso sirven Sodeado, que no es ni más ni menos que vino blanco o tinto con soda.

Y, como si esto fuera poco, en este establecimiento cuyo lema es "vino sin tabú" la propuesta gastronómica no tiene ni por asomo voluntad en enrolarse en el concepto de maridaje. "Ofrecemos una carta sencilla, para un paladar simple –dice Mariano–. Y no la asociamos con el concepto de maridar el vino. Hay tapas de tipo street food para compartir, hay hamburguesas, pizzas, con buenos precios y la idea de que cualquier mortal venga a disfrutar sin prejuicios".

Como en una cervecería. ¿No será ese en definitiva el secreto del éxito?

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