Una correntina líder en Milán. Así es el hotel con fragancias exclusivas que aloja a famosos argentinos

La correntina Barbara Rohner está al frente del proyecto donde el aroma es la bandera del diseño

Cuando Wanda Nara y Mauro Icardi llegaron por primera vez a Milán decidieron remodelar de punta a punta la casa que les asignaron para vivir. La obra llevaría, al menos, tres meses. Barbara Rohner, una correntina bien de campo pero que se formó en Suiza, los sedujo para que con la familia completa se quedaran en el hotel que regentea. Allí, en ese hotel de la glamorosa ciudad del Norte de Italia vivieron los Icardi por varios meses. Y no fueron los únicos argentinos. Susana, Valeria Massa y otros representantes del deporte y la moda pasaron por sus exclusivos cuartos. El primer alojamiento con dos premisas básicas: el concepto de hotel de familia y la idea del aroma como bandera de diseño.

En la ciudad de la creatividad

Las hermanas Giorgia (que falleció hace unos meses) y Ambar Martone siemre estuvieron vinculadas, por la pasión familiar, a las fragancias. Ambas asumieron el compromiso común de continuar un trabajo llevado a cabo durante generaciones. Desde el inicio de este proyecto en 2011, cuando la idea no pasaba del papel, Barbara ya era parte del mismo y luego de su apertura, en 2013, se convertiría en la gerente del hotel. Un trabajo que le permitió desarrollarse y crecer hasta el día de hoy.

Guiadas como por un faro, las hermanas crearon el primer “Hotel à parfum” del mundo: Magna Pars Suites Milán. Reinventaron el espacio en el que se encontraba la sede de la fábrica de perfumes familiar. Con el estilismo del arquitecto Luciano Maria Colombo, entre las paredes se erige un lugar donde se fusionan la sostenibilidad ambiental, la alta tecnología, el ahorro de energía, la innovación y, por supuesto, la belleza.

Madera, acero y cristal en 39 suites de lujo

La calidad de la madera, combinada con la fuerza del acero, la transparencia del cristal y la moderna tecnología domótica para embellecer cada espacio, el reinado de un maravilloso jardín común y la atención especial a la estimulación olfativa dan cuerpo y alma al Magna Pars Suites. El desarrollo de este proyecto se hizo en equipo con los estudiantes de la Academia de Bellas Artes de Brera, al que la familia Martone solicitó la creación de obras figurativas inspiradas en las esencias que le dan carácter a cada entorno. Una visión contemporánea del mundo de los perfumes donde poder descansar y relajar en todos los sentidos.

La naturaleza, los materiales orgánicos, el encanto de la madera, las flores y las armonías de las fragancias puras, fueron usadas por cada artista que intervino cada suite. Una mini galería de arte en cada espacio que llega a su punto máximo en la Biblioteca de la Suite Magna Pars, destinada a enriquecerse con el paso del tiempo, con obras que datan de los siglos XVIII y XX, la mayoría de las cuales provienen de librerías antiguas. Son joyas recuperadas a lo largo de los años de fondos de libros públicos y privados en toda Europa, que abarcan los temas más variados, desde arquitectura hasta música, desde literatura hasta ciencia, desde historia antigua hasta arte primitivo, desde arqueología hasta carpintería naval.

“Milán vuelve a respirar esencia, impulso creativo, el deseo de confirmarse como la capital de los negocios, la moda y el diseño, un destino favorito en Italia para profesionales y turistas internacionales -dice Ambra- y agrega: “El Magna Pars, el Hotel à Parfum brinda una bienvenida totalmente italiana, como en una residencia privada prestigiosa y elegante: no solo una estadía sino una escapada, propuestas a medida donde el hotel es una parada en una experiencia de viaje más amplia, relacionada con la comida, el diseño, la moda y, claro, el perfume”.

Las treinta y nueve suites están diseñadas para los huéspedes más refinados y exigentes y se crean con el mismo cuidado amoroso con el que se amuebla un hogar. La excelencia italiana en el mobiliario, la gran artesanía, los acabados en cuero natural curtido con extractos de plantas y hechos a mano por hábiles artesanos italianos, dan belleza y singularidad a los cuartos hechos por expertos fabricantes de muebles Lombardi.

Cada una se caracteriza por colores suaves, iluminación refinada, listones de madera de roble cepillado, sofás y sillas de cuero, mesas de cristal, una pequeña librería dedicada, pinturas refinadas inspiradas en los elementos olfativos que definen el nombre y el carácter del cuarto. Repartidas en tres plantas, dan al jardín interior y están inspiradas en una nota olfativa, floral, afrutada o amaderada, en línea con la historia del perfume.

Una correntina en Milán, y Suiza

La formación de Barbara fue el inicio para llegar a liderar este espacio. El inicio de su destino comienza cuando a la joven Rohner, su padrino le hace un regalo que le cambia la vida: le pagó estudios en Suiza. De allí egresó con trabajo en la industria hotelera y hace 8 años empezó a liderar este único hotel familiar del mundo, con todos los guiños del amor emprendedor: la historia familiar de perfume recuperada y reconvertida, donde el aroma es la esencia de lo que proponen.

Su vida transcurre entre lo que deslumbra Milán, el trabajo juntos a las creadoras y los treinta y nueve perfumes medioambientales elaborados por las más famosas narices de todo el mundo, excelencia de la perfumería internacional, amigos y amantes de los perfumes. Al igual que las hermanas Ambra y Giorgia Martone, creadores de esta colección que nació en 2013 con el Hotel y que hoy vive en el Laboratorio. Cada Esencia se distingue por un número, el de la suite y el correspondiente ingrediente olfativo.

Cuando se piensa en la distancia y el amor a su tierra natal, Barbara lo deja bien claro en su Instagram. Cuando no está de visita en su corrientes, las tecnologías le dan la posibilidad de estar cerca de los suyos, acortar esas distancias y unir a sus amores residentes en Argentina y su inseparable familia en Milán: su pareja y sus dos hijos.

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