Venden una casa por más de un millón de dólares con una desconcertante sorpresa en su interior

Si se la mira desde afuera -o bien en la publicación en los portales de venta- cualquier familia querría comprarla. Cinco habitaciones, mucha luz, un altillo, baño, cocina, living, comedor, garage y patio trasero le aseguran a cualquier padre que sus hijos van a estar felices y contentos con tanto espacio así como seguros por la envidiable ubicación de esta propiedad. Sin embargo, al abrir su puerta principal y entrar, lo que se encuentra del otro lado desconcierta a todos y alarma a potenciales compradores que, espantados, deciden no pagar la suma que supera el millón de dólares para obtenerla.

Efectivamente en el interior se necesitan mucho más que el millón inicial para hacerla habitable. Paredes con empapelado antiguo y puertas que necesitan una mano de pintura son el mínimo detalle cuando se observa el resto. Habitaciones sin techo, paredes con agujeros, rotas y mal tratadas; espacios sin terminar, caños a la vista y revestimientos incompletos terminan de completar un problema para su futuro dueño que deberá enfrentar varias refacciones.

Por otro lado, está la falta de muebles. La publicación original, conforme a lo informado por The Sun, contemplaba algo de amoblado que desapareció misteriosamente. A su vez, indica el portal al citar a Roundtree Real State, la casa tiene “un alcance increíble para ampliarla”.

Habitación por habitación en la casa del millón de dolares

Al cuarto principal le falta el techo aunque, afortunadamente, conserva las paredes bien hechas y una alfombra rosa que mínimamente necesitará una profunda lavada.

En cuanto a una de las habitaciones secundarias, quizás sea la que en mejor estado se recibió: empapelado viejo y desgastado pero con sus techos y paredes completos.

El salón principal, con el gran ventanal hacia el exterior, no tiene piso ni techo y las paredes son de ladrillo sin terminar. También se pueden ver algunos cables y caños que forman parte del tejido interno de la propiedad y que no fueron ocultados de manera adecuada.

Otra de las habitaciones tiene, a la vista, poco trabajo pero con uno de los problemas más graves de la propiedad: su alfombra y empapelado están podridos. Eso podría indicar una pérdida de la cañería que provocó la humedad en la estructura e implicar un problema mayor que solo una “lavada de cara” al interior de la casa.

También el problema está en el exterior: el patio trasero. Si bien en la lista de prioridades sería lo último a arreglar, para una familia es más que importante tenerlo en condiciones. El pasto crecido, en algunos sectores hasta seco, un montículo de tierra y un árbol que necesita ser podado completan el panorama de abandono y urgencia de una mano trabajadora.

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