Debut con altibajos
Apuntes de domingo con asamblea de transmisión de mando presidencial. Para empezar, el magnífico bastón con empuñadura y base de plata repujada que recibió el nuevo titular del Poder Ejecutivo.
Para seguir, la pobreza ultimundista de la banda presidencial, que (¿de nylon?) careció del mínimo peso para caer como Dios manda, se frunció ni bien instalada y contuvo con escaso éxito los embates del saco desplegado.
En medio, estilos femeninos diferenciados. De un lado, la pasión ochentosa por parte de las legisladoras (trajes muy estructurados, accesorios de alto brillo, equipos de falda corta y cintura avispa, y de todo, mucho), la discreta elegancia de las europeas (colores tranquilos, conjuntos con pollera bajo la rodilla), el exotismo de los trajes típicos de asiáticas y africanas, la sobriedad de las mujeres de negro de Cancillería y, figura del día y de los que vendrán, Cristina F. de Kirchner.
No escapa del todo la senadora-primera dama a esas leyes de guardarropa por las que parecen regirse sus colegas, aunque escapa más que otras: si bien el conjunto fue aceptable y más casual que estructurado, una vuelta de tuerca hacia el diseño algo más personal le sentaría mucho mejor y le permitiría dar con un estilo en el que manden distinción y modernidad.
cacevedo@lanacion.com.ar