Diseño argentino en pasarela
Designers Buenos Aires se convirtió en un clásico del diseño de autor y mostró lo mejor de la creatividad independiente de las tendencias de moda: catorce propuestas7 + otros 7 reunidos en un colectivo creativo que se presentó por primera vez. Una semana, siempre itinerante, en la queganó el oversized y los tonos plenos
Kostüme: Oversized normcore. La estética de la época en que Peter Saville diseñaba las portadas de los discos de las bandas de Manchester de los 80 y la movida del Club La Hacienda donde estas tocaban fue traducida en esa "mezcla loca" que siempre resuelve de manera impecable Camila Milessi y Emiliano Blanco: un college melancólico con mucho rombo y tartán y un oversized ajustado con cinturones, ese, más reo, que se veía en las calles del norte de Inglaterra. Y eligieron un templo desacralizado del complejo del colegio Santa Felicitas en Barracas, con la música muy especial y en vivo de Juana Molina, para destacar trenchs deconstruidos en vestidos, camperas cortas y pantalones, con claro dominio del amarillo, protagonista en la paleta de Saville. Delia Alicia Piña
Fabián Zitta: Geometría poética. El diseñador conjugó en sus prendas tanto su gusto por la simetría como por la precisión milimétrica de su otra profesión. Mitad diseñador, mitad anestesista, Zitta tomó al libro Entradas de Milán de Karl Kolbitz como disparador de su colección. En más de 40 looks, emuló los edificios icónicos del modernismo de los años 20 a los 70 en tops geométricos de cuero con sustracciones, chaquetas y faldas con recortes, que jugaron con distintos brillos y opacidades. La paleta fue acotada en colores, pero no en sus tonalidades. En vestidos de seda y satén, Zitta yuxtapuso distintos violetas, púrpuras y rosa orquídea con bermellones, carmines y tomate, en oposición a charoles brillantes. También se destacaron los verdes esmeralda, que se vieron en abrigos de lana bouclé, ornamentados con pailettes y perlas a modo de flores, en conjunto con faldas y vestidos plisados. Catalina Greloni Pierri
Tramando: Crear y transformar. Toda la casa matriz de Tramando fue pasarela, incluso las vidrieras y el jardín. En la planta superior, Martín Churba sublimó, en tiempo real, estampas de una nueva colección Renaciendo, que retoma los orígenes del creador con un sesgo actual. Sustracciones, metalizados, tipologías oversize, materiales reutilizados, flecos, lazos y lienzos que ciñen cinturas y chaquetas puffers o denim salpicadas con colores. La perla: la sastrería avant garde de la línea cápsula de Tramando x Atelier BA. Carola Birgin
Dubié: Prendas de ayer para hoy. La reminiscencia a la moda de los años 80, 90 y 2000 en armonía con una silueta moderna, recta y minimalista fueron el eje de Border, que "significó arriesgarnos hacia una propuesta muy diferente a lo que somos, como el uso de animal print, siluetas ceñidas, y reinterpretadas según nuestra mirada", explicó Agustina Dubié, que se presentó en formato performance en la discoteca Club Shampoo. Los vestidos camiseros con cuello y mangas alargadas en combinación con calzas e impermeables oversized dieron el look de temporada. El acento, claro, estuvo en el animal print y en piezas al cuerpo, como vestidos de seda con Lycra. Clio Goldschmidt
Juan Hernández Daels: El evento argento. Las modelos de Daels se movieron por una pasarela improvisada frente a la Floralis Genérica, en la Plaza de las Naciones Unidas, con la voz de Sandro como fondo. La colección se llama Argentina que actualiza las piezas deconstruidas que caracterizan al diseñador, esta vez, con materiales de la identidad nacional, como el cuero. Sale del cliché y cuestiona nuestra industria y la falta de políticas, preguntándose cuál es la identidad de Argentina. Combina camisas, suéteres, trenchs, pantalones amplios y minivestidos; y tiene una base sólida de sastrería, en la que trabaja los hombros, ajusta la cintura y permite un juego de caderas. Lorena Pérez
JT: Salir a la cancha. Bajo la mística de Santa Tarasca, Jessica Trosman hizo vibrar el Club Atlético Atlanta con la presentación de la colección AW18, De-diez, la décima para JT. Mostró camperas de volúmenes hiperbolizados, como para dejar bien en claro que el oversize ya es una fija en su marca. Exhibió además, el resultado de la resignificación de prendas en denim –ya existentes– transmutadas ahora en vestidos, pantalones y chaquetas. La paleta, multicolor incluyó violeta, lila, amarillo, bordó, turquesa y, por supuesto, blanco y negro. Hubo exploración textil en los engomados y una yuxtaposición de escoceses en telas sastreras. ¿El dato? El guiño futbolero fue más allá de la locación, ya que las prendas tienen nombres de jugadores: Messi Jacket, Zidane Dress, Sorin Cardigan y Filliol Shirt, entre otros. María Eugenia Maurello
United Creators: la fuerza de la unión. Cerró Designers con un ejemplo de trabajo colaborativo. Siete firmas de diseño de autor nucleadas en una marca colectiva: United Creators. El desfile, en el jardín de la Recoleta, fue una fiesta. Las pasadas fueron un random de colecciones que primero prestaba a confusión pero que se iba definiendo nítidamente las líneas de cada uno. Se vieron colores, mucho fucsia y naranja, destellos flúo y verde. Sastrería enriquecida con herrajes y moldería asimétrica (Blackmamba, guiño a los años 90 en remeras con leyendas de marcas y emblemas de la época, como por ejemplo: Oyarbide y Kenia Sharp (Pablo Bernard), hadas de vestidos vaporosos y metálicos (House of Matching Colours), lo net en una expresión actual (Boerr Yarde Buller),transparencias y morfologías sport para uso urbano (Alen), sacos de solapas anchas y hombreras pronunciadas, lazos gordos, texturas engomadas y pantalones de tiro alto (Vanesa Krongold) y un oversized en tonos plenos que aludía a la Antártida en el que se fusionaron neoprenes, vinilos y bordados, con buen uso del láser para generar texturas en tapados (Nous Etudions). Sonó desde el himno hasta Rafaela Carrá. Carola Birgin
DOT by Laurencio Adot. Festejó sus 30 años con la moda con un prrêt-à-porter de lujo con guiños de alta costura. Su interpretación de Star Wars con la estética de los 80 y 90, con un buen contrapunto entre lo vintage y lo futurista. Mostró variedad de abrigos en telas mecánicas con botones de strass y puños de piel sintética, chaquetas largas y cortas, camperas bomber de punto o vinilo, trenchs y parkas de encaje o seda con detalles de forros estampados digital o detalles bordados contrastantes. Sumó blusas, tops y chalecos que se llevaron bien con pantacourts o faldas semiarmadas. Y no faltaron los vestidos románticos, cortos y largos, con mangas, además de prendas de encaje de aire vintage con bordados en hilo y strass. Más con looks deportivos y militares para cruzar el Puente de la Mujer, en Puerto Madero, y festejar a la mujer moderna que milita y grita para defender su esencia feminista.