La piel también se entrena con el efecto de los aeróbicos
La clave de una piel saludable está en la combinación de ejercicio físico, una buena alimentación y el descanso necesario. La intención es eliminar toxinas y los antioxidantes son un gran aliado. Estos son los primeros y mejores tratamientos de belleza para conseguir una piel hidratada y que se vea joven y luminosa. Para esto es mejor seguir la tendencia de la cara lavada, con muy poco o nada de maquillaje para que la piel respire y luzca sana y cuidada.
Ejercicios intensivos
"El ejercicio aumenta la circulación sanguínea y permite una mejor llegada de oxígeno a la piel", sostiene la dermatóloga Lilian Demarchi, aunque aclara que aún no hay respuestas contundentes ni científicas que avalen esta hipótesis, pero se sostiene con los resultados de esta práctica. Indica, además, que el sudor que produce nuestro cuerpo facilita la eliminación de las toxinas e impurezas y favorece la absorción de nutrientes por parte de las células que conforman la dermis. "Realizar esta práctica a cara limpia es importante, porque, de lo contrario, el sudor mezclado con el maquillaje llevaría a ensuciar la piel, a impedir que respire, a tapar los poros y aumentar la cantidad de puntos negros", agrega.
Pero no todas las pieles necesitan el mismo tipo de ejercicio. En algunos casos, hay que tomar ciertas precauciones, como en aquellas con tendencia a la rosácea, en las que la actividad física aeróbica puede aumentar el enrojecimiento facial por la vasodilatación producida por el esfuerzo y llevar a la formación de telangiectasias o arañitas permanentes. También hay que saber que los ejercicios de alto impacto pueden romper las fibras de colágeno y no mejoran la celulitis y la flacidez. Lo mismo, el excesivo aumento muscular, rápido y exagerado, puede derivar en la aparición de estrías. En cada caso, es necesario evaluar el tipo de ejercicio aconsejado.
Para eliminar toxinas de la piel, los ejercicios aeróbicos son los más recomendados, porque producen una mayor sudoración a la vez que oxigenan las células. "Cualquier tipo de actividad aeróbica ayuda a desintoxicar y limpiar el organismo. Correr, nadar, andar en bicicleta o caminar con una duración mínima de 30 minutos son algunas de las opciones", explica Fernando Vitasse, profesor de Educación Física. "Lo ideal es elegir una actividad que además de desintoxicar el cuerpo fisiológicamente también tenga un efecto psicológico, es decir, que genere una sensación de bienestar, lo cual potenciará los beneficios", señala.
Los aeróbicos no solo sirven para limpiar el cuerpo fisiológicamente sino también desde lo psicológico porque genera bienestar.
Uno de los entrenamientos aeróbicos de tendencia es el HIIT (High Intensity Interval Training), que gana adeptos por resultar dinámico, corto, intenso y divertido para quien lo practica, aunque requiere un mayor esfuerzo físico comparado con otras actividades.
Tiene corta duración, de entre 10 y 15 minutos, y combina ejercicios de alta y baja intensidad, tomando como referencia la frecuencia cardíaca. De manera que se hacen sesiones al 90% u 80% de la frecuencia cardíaca, es decir, en nuestra capacidad máxima, y otras al 50%. "Este tipo de entrenamiento se realiza a una intensidad muy alta con períodos de recuperación cortos siempre adaptados al objetivo y nivel de la persona. Con esto está comprobado que hay un descenso de porcentaje graso, un aumento de masa muscular y se notan mejoras en los niveles de fuerza, resistencia, capacidad aeróbica y potencia", cuenta Hernán Revila, licenciado y profesor de Educación Física.
Combina saltos, carrera, sentadillas y soga, entre otros, y, por su exigencia, no puede hacerse más de tres veces por semana. "Debe ser supervisado por alguien que nos indique qué ejercicios podemos hacer según nuestros antecedentes deportivos, nivel de preparación y objetivos a corto y largo plazo", agrega. Como siempre, previamente a iniciar cualquier actividad física, es necesario pasar por un control médico. El HIIT se puede empezar por una vez por semana hasta aumentar a tres.
Dieta antioxidante
"Si comemos bien, nuestra piel se verá nutrida desde el interior y más linda y sana en el exterior. Los conocidos antioxidantes ayudarán mucho a que eso ocurra", asegura Fernanda González de la Mata, licenciada en Nutrición.
Los antioxidantes son fitoquímicos, vitaminas, enzimas y sustancias que neutralizan los radicales libres y así evitan la oxidación y el envejecimiento prematuro de las células. También, intervienen en la formación de colágeno, que es la proteína necesaria para que la piel esté firme y elástica. Entre los antioxidantes más conocidos están las vitaminas A, C y E, el licopeno, los flavonoides, el zinc, selenio, los carotenos y el resveratrol.
¿Dónde los encontramos? En vegetales, frutas frescas y secas, legumbres, lácteos y pescados. Por ejemplo, los cítricos, como la naranja, mandarina, pomelo y el limón, que contienen mucha vitamina C, además del kiwi, el brócoli, morrón, perejil, frutos rojos y la espinaca. Los flavonoides se encuentran en los frutos rojos y el chocolate amargo. El resveratrol está en las uvas rojas o en frutos rojos como arándanos, frambuesas, moras. La vitamina E está presente en los frutos secos: nueces, almendras, maní, castañas y avellanas; también en la palta, aceitunas y pescados. La vitamina A está en los lácteos y en algunas verduras, como la zanahoria, que contiene betacarotenos, los cuales son precursoras de esta vitamina. Esta vitamina, asimismo, contribuye a reducir la flacidez y las arrugas. El selenio y el zinc se encuentran en alimentos como el salmón.
La presencia de radicales libres está en relación directa con el envejecimiento. Hay que frenarlos.
"Además de llevar una alimentación rica en antioxidantes, es conveniente dormir al menos 6 a 7 horas diarias. Estar bien hidratado, es decir, beber unos 6 vasos de agua al día, fundamental para eliminar sustancias de desecho y toxinas que el cuerpo no necesita. Si no bebemos suficiente cantidad de líquido esas sustancias se van acumulando en el organismo. La medida: no hay más que recordar que la orina siempre debe ser de color bien clarito, si es oscura, debemos beber más agua", aclara González de la Mata.
El sueño (la noche es el momento en que las células de la piel se regeneran), la hidratación, lo que comemos y la actividad física que realizamos actúan como bomba de rejuvenecimiento para la piel. Un plan de belleza no debe dejar de lado estas rutinas, que evitan la acumulación de toxinas, la pérdida de colágeno y de agua en la piel, oxigenan la dermis y la renuevan todos los días.
ASESORARON: Lilian Demarchi, dermátóloga (MN 88365); Hernán Revila, profesor de Educación Física y director del Gym del Racket Club; Fernando Vitasse, profesor de Educación Física, CEO de Gep Running Team; Fernanda González de la Mata, lic. en Nutrición (MN 3177) y parte del departamento Wellness del Racket Club.