Solares: Empieza la temporada alta de protección
El verano da la gran oportunidad de descubrir las nuevas, variadas y mejoradas fórmulas que ameritan seguir siendo usadas durante todo el año
La mejor crema antiarrugas es totalmente inútil si no se acompaña de un protector solar; sin embargo, es común gastar un montón de dinero en tratamientos antiedad e invertir en protectores solares solo durante el verano. Un error, ya que, como dice el refrán “el sol siempre está”, por eso hay que cuidarse de sus efectos a lo largo de todo el año. Es que el astro rey es responsable del 80% del envejecimiento prematuro y, aún peor, causa el 90% de los cánceres de piel. El año pasado se comprobó que sus efectos dañinos aumentan cuando se combina con la contaminación ambiental. Diversos estudios comprobaron que las partículas contaminantes en conjunción con los rayos UV tienen efectos tres veces mayores sobre la piel que si se los toma por separado. “La polución deposita partículas en la superficie de la piel, lo que genera la liberación de radicales libres que favorecen el envejecimiento. La luz ultravioleta potencia ese efecto y da lugar a un fenómeno denominado fotopolución”, indica Matías Maskin, médico dermatólogo.
Eso no significa que en Mar del Plata haya que cuidarse menos del sol que en la terraza de un edificio, ya que siempre es perjudicial, “y ese efecto potenciado por la polución puede darse tanto en la ciudad como en la playa, todo depende de la localidad”, agrega el experto.
NOVEDADES
Ya nadie desconoce las –malas– consecuencias de exponerse al sol, pero todavía hay reacios a usar protector en la jungla de cemento. La principal razón es haber elegido una textura inadecuada para el tipo de piel, por ejemplo, una presentación en crema en un cutis mixto. Por eso, la industria cosmética lanzó, estos dos últimos años, nuevos formatos, como aguas, mousses y polvos que se adaptan a los diferentes biotipos cutáneos (piel normal, seca, seborreica, etc.) y necesidades (para utilizar debajo del maquillaje, para sumergirse en el agua, etc.). Además, actualmente los protectores solares vienen con bonus track, ya que van más allá de la función original para la que fueron creados: también hidratan, cubren imperfecciones y oxigenan la piel. Así se enriquecen con antioxidantes que revierten el daño producido por la luz solar; con activos hidratantes, como la glicerina y la proteína de seda, y otros que trabajan sobre manchas y poros, como el ácido salicílico y la niacinamida.
“Los pacientes demandan estos productos que resuelven varias necesidades a la vez”, indica la Dra. Sabina Zimman y señala, como innovación, “las brumas que se aplican con un difusor, sin necesidad de distribuir con las manos porque son invisibles y se pueden utilizar sobre el maquillaje”. Otro avance son las fórmulas que incrementan la acción protectora al entrar en contacto con el agua o la transpiración. Amigable con el entorno Los amantes del sol saben que para disfrutarlo es imprescindible cuidar el medio ambiente, por eso, en el último tiempo, aparecieron protectores ecofriendly que ofrecen fórmulas biodegradables para reducir el impacto ambiental. Y si antes lo único que se sabía de los filtros era contra qué tipo de rayos protegían (UVB y UVA), hoy algunos consumidores están atentos, además, a la división entre físicos y químicos. Los primeros reflejan la luz y evitan que esta penetre en la piel, mientras que los químicos son los más comunes y actúan absorbiendo los rayos ultravioletas. Como son de origen mineral, los filtros físicos son ideales para pieles hipersensibles, sobre todo en fórmulas que no poseen fragancia ni parabenos.En general, su textura es más pesada y dejan una capa blanquecina.
DOBLE PELIGRO
Para algunas personas la temporada de sol es sinónimo de acné. Según explica la doctora Adriana Raimondi, esto se debe a dos causas: “Existe el acné estival, que viene de la exposición solar, y también otro tipo, que se produce porque el sol provoca un engrosamiento de la capa córnea como una forma de defensa del organismo frente a los rayos UV y eso puede desembocar en una reacción acneiforme”. Para que el remedio no sea peor que la enfermedad, en pieles con tendencia acneica hay que elegir muy bien el protector, ya que “puede empeorar el problema porque a veces contiene un vehículo graso que es comedogénico y que, sumado a la acción del sol, genera un aumento de brotes”, agrega la especialista. En esos casos, se recomiendan las texturas oil free o de toque seco, pero nunca dejar de protegerse. Y para hacer bien los deberes, no alcanza con colocarse protección antes de salir a la calle; si se va a permanecer al aire libre, tanto en la ciudad como en la playa, hay que reaplicarlo cada dos horas. Ahora que llega la temporada alta de solares, es una buena oportunidad para incorporarlos al ritual de todo el año.
Asesoró: Dra. Adriana Raimondi