Amnesia prolongada

Los precandidatos deben estar preparando sus discursos para la próxima elección legislativa y sería buena idea que tomen nota: los ciudadanos que vamos a decidir a quién votar, para poder tener esperanzas, más que las habituales promesas que generalmente no se cumplen, queremos escuchar propuestas concretas y su compromiso público para hacerlas cumplir.

Con un gobierno que, sin avergonzarse, declara no tener planes y después de muchos años de que, ni el oficialismo ni la oposición, hayan explicitado un programa para, por ejemplo, reducir la inflación, los ciudadanos tenemos necesidad de que los aspirantes a legisladores nos expliquen sus propuestas y se comprometan a sancionar las leyes necesarias para resolver nuestros problemas.

Queremos saber cómo piensan mejorar la calidad de vida, combatir la inseguridad, mejorar la justicia, castigar la corrupción o generar inversiones que permitan crear empleo privado para reducir la pobreza, la informalidad laboral y el exceso de empleo público.

Estamos cansados de la ambigüedad, la improvisación, el discurso demagógico, y de la emisión monetaria de cada día, para cubrir el déficit de la incapacidad para gobernar. Los escuchamos.