Desamparo
Acurrucada en un rincón observa esas piernas casi calcadas, formadas delante de ella. El azul de los pantalones y el negro de los zapatos contrasta con los alegres colores de su vestimenta, que casi la cubre por completo, excepto por los ojos. Tiene fija la mirada en esos hombres uniformados, policías rumanos que protestan frente al Ministerio de Trabajo en contra del congelamiento de los salarios del sector público. ¿Pero sabrá ella qué sucede? ¿Entenderá por qué todos le dan la espalda? Absortos en sus demandas, ninguno parece haber reparado en su presencia ni en su soledad. Por eso la niña transmite el desamparo de un ser abandonado a su suerte, de aquel que no puede valerse por sus propios medios ni comprender las circunstancias como para actuar según lo ameritan, porque tampoco tiene los recursos ni las herramientas para hacerlo. Provoca la pena de aquellos atrapados en una realidad que los ignora.