El “Che” Alberto
“Sigo manteniendo viva mi vocación revolucionaria”. (De Alberto Fernández)
Qué fruta noble la democracia! ¡Y en épocas de campaña electoral, más sabrosa todavía! Hay que impulsar una reforma constitucional para que solo haya campañas electorales. Basta de mandatos de gestión de cuatros años. Solo elecciones, porque es el momento de las promesas, de la épica, de la emoción, del futuro que siempre llegará en dos años, pero como es futuro no llegará nunca y nadie le reclamará nada. Las campañas electorales nos sacan de este presente continuo que es el peor pasado: nos tiene paralizados y reiterando viejas recetas fracasadas.
Hasta hace pocos sabíamos que Alberto Fernández había arrancado en la política de la mano de Cavallo y Menem, los mayores promercado de estos años de la democracia, y hasta compartió boleta con la videlista Elena Cruz (centennials, ver Google) y luego discurrió por todos los “ismos” hasta recalar en el “cristinismo”. Sin embargo, ahora nos desayunamos con su genuino ADN: “Sigo manteniendo viva mi vocación revolucionaria”. Así se sinceró el Presidente en un acto con jóvenes en Tecnópolis.
Para los que creían que solo sabía bajar de los ascensores de Puerto Madero, porque vivía en departamentos que sus amigos solían prestarle hasta ser el anfitrión de reuniones cuestionadas en tiempos de cuarentena estricta en la quinta de Olivos, ahora parece que Fernández tuvo un pasado revolucionario. No habrá bajado de Sierra Maestra, pero quizás haya hecho algún descenso militante de la cercana Sierra de la Ventana. Este inédito “Che” Alberto seguirá sorprendiendo hasta noviembre; después, veremos.
Quién puede negar que esta campaña parece la remake de la “Guerra Fría”: de un lado los estatistas del “Ay, pero Macri” que convocan a la “revolución”, casi centrada en ponerle impuesto a todo, pero no solucionar la pobreza y la inflación, y del otro a los liberales que impulsan que los ciudadanos se eduquen y trabajen para ser “artífices de su propio destino”, como diría el inoxidable Juan Domingo Perón, y así en un loop infinito.
Mientras “Che” Alberto promete internet gratis y DNI no binario, que no servirá ni para sacar la visa de Estados Unidos, del lado liberal Javier Milei parece decidido a dar el batacazo y sobresalir entre los que creen que hay que jubilar a Macri y los que disimulan los saltos en garrocha distrital de la “exHeidi” Vidal y el ahora “Colo” Santilli. Como un rockstar de campera de cuero y cabellera al viento, Milei ruge promesas guerreras, aplaudidas por jóvenes que transmiten por Twitch: “No vengo a guiar corderos, vengo a despertar leones”. Que la campaña no pare nunca, quién quiere volver a la realidad.