Hoy, Florencio Randazzo
Randazzo : (Hace que no con la cabeza, contrariado.)... No tenemos oposición política. Ganamos con más del 50 por ciento de los votos. Los industriales se pelean por tener una mesa en Tecnópolis para estar cerca de la Presidenta. Los bancos hacen más plata que nunca. La mayoría de las grandes empresas está en buenos términos con "La Casa". El campo ahora nos vota. Controlamos total y/o parcialmente entre tres y cuatro de los cinco canales de aire. Un conglomerado cada vez más importante de medios gráficos. Esto es muy peligroso, doctor...
Terapeuta : ¿Qué es lo peligroso? No le entiendo...
R : Mire si nos quedamos sin enemigos...
T : ...
R : (De repente se acuerda de algo y se le agría la cara.) ... Blando...
T : ¿Perdón?
R : (Volviendo en sí.) Nada. Le decía: mi intención en la conferencia de prensa fue contarle al pueblo a qué fuimos sometidos los argentinos desde el 14 de agosto por algunos medios de comunicación. Estos medios han condicionado a los gobiernos democráticos de los últimos 30 años... (Se rasca la cabeza y baja la vista.) ... Ojo. Que no se me ponga celoso el resto: los gremios que le hicieron 13 paros generales a Alfonsín, los carapintadas, los que firmaron el pacto de Olivos que inauguró el poco saludable mecanismo de la reelección, los que le hicieron los siete paros generales a De la Rúa en sus primeros 19 meses de gobierno, los barones del conurbano que le dieron el empujoncito que igual no necesitaba, el que manejó por control remoto el helicóptero en el que se lo llevaron...
T : ...
R : ... Y no puedo olvidarme de mencionar, en esta entrega de premios, a mi propios jefes Kirchner y señora, creadores de pequeñas menudencias antidemocráticas como las candidaturas testimoniales (Nacha Guevara), el adelantamiento de las elecciones en 2009, que tenían que ser en octubre y las hicieron en junio, la elección a dedo de todos sus candidatos... (Hace memoria) Ah, y el último premio es compartido entre oficialismo y oposición, por mandar al freezer a la pobre boleta única. (Mira sonriente al terapeuta.) ¿Pero por qué mejor no hablamos de los medios?
T : Me contaba hace un rato que usted es uno de los ministros más moderados y que habitualmente habla con los periodistas...
R : (Tose, incómodo.) Vea. Si me tomé 35 de los 45 minutos que duró la conferencia de prensa para detallar cada uno de los artículos periodísticos, es porque están escritos con artera mala fe. ¿Con qué derecho toman la decisión editorial de amplificar y transformar en noticia las denuncias de fraude de la oposición y del juez electoral de La Plata Manuel Blanco, en vez de amplificar y transformar en noticia lo que le sirve a este gobierno?
T : Pareciera que, además, lo que fue noticia es que el contrapunto -por ser amable en el término- lo haya llevado adelante usted, que habitualmente no ocupa ese rol...
R : (Se toca el pelo, incómodo, y se queda en silencio un rato, pensativo.) ¿Usted sabía que yo formé parte de la gobernación de Felipe Solá, y que desde ahí le fui robando intendentes a Duhalde para arrimárselos a Kirchner?
T : ...
R : (Estrujándose la barbilla, intranquilo.) Yo he sido el rastrillo que fue juntando gobernadores, intendentes, punteros y legisladores, para dárselos a ellos dos... No, si no hay dudas: yo al kirchnerismo siempre le he sido muy leal...
T : ¿No hay dudas... o sí hay dudas?
R : (Recostado, empieza a golpetear la punta de sus zapatos.)
T : ¿Qué piensa?
R : (Sonríe y se toca la cabeza, incómodo.) No, nada...
T : Está en terapia. Si no se permite ponerle voz a un pensamiento íntimo aquí, y bajo el secreto profesional, ¿entonces dónde, no?
R : (Tantea que esté el paracaídas y salta.) ... Me estaba acordando de un diálogo que tuve la semana pasada con la señora Presidenta...
T : ...
R : ... Cuando me estaba yendo de su despacho, me dice con una sonrisa delante de otro ministro: "No es por compararte, Florencio, pero vos no salís a defenderme como me defiende Boudou -y ahí le guiña el ojo al otro-. Me parece que vos sos medio blando".
T : Blando...
R : (Se arregla la corbata mirando para abajo, avergonzado.)
T : Póngase contento. Si su cara tomó algo de color, significa que todavía un poco de ruido le hace haber dejado de ser como es, para ser... digamos un...
R : (Con una sonrisa incómoda.) ... ¿Un?
T : (Frena al borde del precipicio donde caería su lugar de analista.) No sé. Complete usted la línea de puntos...
R : (Inspira profundo y toma coraje para avanzar hacia la humillación. Todo sea en pos del objetivo.) Sabe que alguien decía, no sin maldad: "La fidelidad hoy trae premio. El que lleve a los pies del ama el diario -eso sí, hecho jirones-, a lo mejor en diciembre recibe en el plato una jefatura de gabinete.