La utilidad de los “sueños lúcidos”

Sabemos que dormir es un acto inevitable. Podemos postergarlo, pero todos, tarde o temprano, caemos rendidos ante el sueño. Hoy es conocimiento compartido que el sueño cumple muchas funciones y que está íntimamente relacionado con la consolidación e integración de nuevas memorias, por lo que resulta muy interesante su análisis.

Al dormir, la actividad de nuestro cerebro va cambiando, dando lugar a distintos ciclos. Por su actividad, al sueño se lo puede dividir en: REM (del inglés: rapid eye movements) y No REM. El sueño No REM está compuesto por las fases 1 y 2 de sueño ligero y las fases 3 y 4 que componen aquel en el que se dan ondas lentas o el sueño profundo. La fase REM, en cambio, se caracteriza por una actividad electroencefalográfica similar a la vigilia y, como su nombre lo indica, movimientos oculares rápidos.

Otro fenómeno que ocurre cuando dormimos tiene que ver con los tipos de sueños. Sabemos que los escenarios más bizarros y descabellados son posibles al dormir, y sólo al despertarnos caemos en la cuenta de lo extraño del suceso. En el momento no tenemos noción alguna de que estamos soñando, dando lugar a que ese absurdo escenario transcurra sin despertar la mínima sospecha. Pero, en ocasiones las cosas pueden ocurrir de otra manera. Puede ser que, en un determinado momento, miremos a nuestro alrededor y nos demos cuenta de que nada de eso tiene sentido y concluir que estamos soñando. Esto configura otro tipo de sueños que se llaman sueños lúcidos.

Uno de los pioneros en el estudio de sueños lúcidos fue un investigador llamado Stephen LaBerge, quien planteó toda una serie de técnicas que están basadas en la sugestión del soñante. Despertarse durante la noche e ir a dormir nuevamente repitiendo frases como “estoy soñando” y realizar “chequeos” de la realidad, cuestionando varias veces al día si estamos soñando o no con la finalidad de repetir esta práctica dentro de un sueño. Recomienda también tener un registro de nuestras aventuras oníricas en un diario de sueños. Si se combinan estos elementos, y se practica durante cierta cantidad de tiempo, la frecuencia de sueños lúcidos puede aumentar notablemente.

¿Qué ocurre en nuestro cerebro mientras tenemos un sueño lúcido? ¿por qué los sueños lúcidos son distintos de los sueños normales? Otra investigadora llamada Ursula Voss convocó soñantes lúcidos para realizar un análisis de la actividad eléctrica cerebral. Notó que durante estos sueños había un aumento en la banda de frecuencia gamma en áreas frontales y temporales. La actividad gamma es una actividad oscilatoria relacionada con la vigilia y, lo más sorprendente, es una actividad atípica de sueño REM. Tras descubrir esto, intentó lo siguiente: inducir lucidez en personas que no fueran soñantes lúcidos frecuentes. Y así lo hizo. En este experimento estimuló áreas temporales y frontales de la corteza cerebral de forma no invasiva en distintas bandas de frecuencia, entre ellas, gamma. Tras despertar a las personas de su sueño, quienes fueron estimulados con la frecuencia gamma confirmaron que estaban dentro de un sueño lúcido. Así, Ursula Voss, otra investigadora, logró inducir sueños lúcidos en el laboratorio por primera vez de forma espontánea.

¿Cuál es la utilidad de estos sueños? Se han encontrado distintas utilidades a esta práctica, como mejoras en habilidades motoras. Y se propone también como tratamiento para las personas que sufren pesadillas recurrentes, como suele ocurrir en el trastorno de estrés postraumático o de depresión severa.

Estos fenómenos que parecen salidos de una película de ciencia ficción pueden ser estudiados desde una perspectiva científica, y nos permiten acceder a otros estados de la conciencia que son distintos al que experimentamos en vigilia. Son muchas las respuestas que podemos obtener sobre nuestra conciencia a partir del análisis y estudio de los sueños. Desde la ciencia podemos suponer que conocer en detalle los mecanismos subyacentes a estos procesos nos puede brindar nuevas pistas para entender la mente humana.

Integrantes del Laboratorio de Sueño y Memoria del ITBA